Tratamiento etiológico de la eyaculación precoz
Debe tratarse el cuadro orgánico que está provocando la eyaculación precoz.
Tratamiento farmacológico de la eyaculación precoz
- Los anestésicos tópicos están en desuso. Pueden causar reacciones cutáneas y una excesiva hipoestesia en el pene y en la vagina. No hay estudios fiables con estos fármacos.
- Los antidepresivos tricíclicos, como la clorimipramina, empezaron a usarse a principios de los años 70. Resultaron efectivos, pero hoy día, debido a sus efectos secundarios, han caído en desuso.
- Los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (IPDE-5) y bloqueadores alfa-1 adrenérgicos no han sido aprobados para el tratamiento de la EP ni en EEUU (Food and Drug Administration [FDA]) ni en la Unión Europea (Agencia Europea del Medicamento [EMEA]).
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). En 1994 Waldinger fue el primero en demostrar la eficacia de los ISRS en alargar el IELT.
- La dapoxetina, un ISRS de acción corta, es el primer fármaco diseñado específicamente para el tratamiento de la eyaculación precoz a demanda en varones de 18 a 64 años y el único aprobado para tal uso por las agencias internacionales del medicamento. Actualmente está autorizada su comercialización en siete países de la Unión Europea (Finlandia, Suecia, Austria, Alemania, España, Italia y Portugal). Es un ISRS de acción corta, que ha demostrado inhibir de forma estadísticamente significativa el reflejo eyaculatorio a nivel supraespinal. No necesita, a diferencia de otros ISRS, de un periodo de impregnación, por lo que no es necesario administrarlo a diario, sino a demanda, en una dosis inicial de 30 mg de 1-3 horas antes del coito. Ha resultado igualmente efectivo tanto en la eyaculación primaria como en la secundaria. Se elimina principalmente por vía urinaria en 24 horas, sin otras sustancias activas. Esta farmacocinética lo convierte en el fármaco ideal para el tratamiento a demanda. La eficacia de la dapoxetina ha sido probada en ensayos clínicos, controlando los siguientes parámetros: el tiempo de latencia intravaginal hasta la eyaculación (IELT), el perfil de eyaculación prematura (PEP) y la percepción del control sobre la eyaculación (EP). Todo esto convierte a la dapoxetina en el fármaco que mayores datos aporta sobre la eficacia en el tratamiento de la eyaculación precoz.
- Tramadol. Sin los efectos secundarios de los ISRS. Retrasa la eyaculación inhibiendo la recaptación de norepinefrina y de serotonina. Administrado a demanda, en dosis de 50 mg dos horas antes del coito, ha demostrado alargar el IELT muy significativamente, según el estudio llevado a cabo en casos de eyaculación primaria17,18. Usado a demanda ha mostrado muy pocos efectos adversos.
Terapia sexual de la eyaculación precoz
A nivel individual
- Ejercicios de relajación.
- Ejercicios de Kegel, practicando la contracción y relajación de la musculatura bulbocavernosa e isquiocavernosa. Los estudios realizados han sido con pocos pacientes, pero confirman éxitos del 60% tras cuatro meses de practicarlos.
- A estos ejercicios se ha añadido la electroestimulación del suelo pélvico para provocar contracciones en la zona y fortalecer la musculatura e incrementar la discriminación de sus contracciones. Estudios publicados refieren una mejoría en el 65% de los casos tras un año de tratamiento.
A nivel de pareja
- Técnica de parada / arranque (stop/start). Mediante la masturbación en pareja en la eyaculacion precoz, se para cuando la excitación es tan alta que se percibe la inminencia eyaculatoria hasta bajar la excitación y comenzar un nuevo ciclo. Después de cinco ciclos se permite la eyaculación. De esta manera el paciente aprende a reconocer las sensaciones preeyaculatorias para poder después controlarlas.
- Técnica de compresión del pene (squeeze). Cuando el paciente percibe que va a eyacular, la pareja o él mismo, con los dedos pulgar e índice, se comprime la región balano-prepucial hasta que desaparece la sensación. Bajado el nivel de excitación se reanuda la relación. El ciclo se repite cuatro o cinco veces para terminar eyaculando.
- Penetración vaginal sin movimientos. La mujer encima sin moverse. El varón introduce el pene y aguanta el tiempo que pueda, familiarizándose con las sensaciones sin eyacular.
- Técnica cognitivo conductual de la excitación, en la que tiene gran importancia que la pareja se comunique sus fantasías sexuales, sus pensamientos, se cuide el escenario y la preparación de la relación, así como el grado de excitación que esto supone para cada miembro de la pareja.
- Eliminación de las distorsiones cognitivas sobre la relación sexual. Rosen señala ocho tipos de distorsiones cognitivas.
- Técnicas de focalización sensorial. Entrenan al paciente a ir más despacio y en centrarse en las sensaciones placenteras que le produce su pareja mediante la estimulación corporal, dejando para el final la estimulación en el área genital.
Francisco Cabello del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología propone su propio modelo completo y exhaustivo de la eyaculación precoz en el que integra diferentes estrategias con dos modalidades:
- 1º. Modelo simple, sin fármacos, que se compone de las siguientes fases: erotización sexual focalizada en mejorar la comunicación sexual de la pareja y propone ejercicios de autoestimulación erótica, pasando después a otra de erotización orgásmica y por fin a una desensibilización intravaginal.
- 2º. Modelo combinado. En el anterior modelo, en la fase de erotización orgásmica se introduce el tratamiento con ISRS.
Tratamiento en grupos.
El objetivo debería ser reestructurar cognitivamente la interpretación individualista de la eyaculación precoz con la que acude el varón en solitario a la consulta de atención primaria y enfocarla como un problema de relación sexual de la pareja, que afecta a los dos y por lo tanto la solución ha de venir desde la pareja. Son necesarios para aprender a hacer cambios en el tipo de relación sexual que han llegado a construir los dos: ampliar el guión sexual, mejorar la comunicación, derribar tabúes, así como ayudarse de los puntos propuestos en los tratamientos citados.
En definitiva, existen diferentes ofertas terapéuticas en lo que se refiere a la eyaculacion precoz, la mayoría centradas en retrasar el reflejo de eyaculación. Muchas lo consiguen. No está claro que la pareja solo y exclusivamente nos esté demandando retrasar el cronómetro, alargar la duración. Seguro que su demanda también incluye incrementar la satisfacción, por lo que el objetivo irrenunciable con cualquier terapia que se emplee, debería ser conseguir que la pareja llegue a “re-construir” otro tipo de relación sexual más satisfactoria para ambos.
La eyaculación Precoz. Disfunción Sexual más frecuente.
La eyaculación precoz es la disfunción sexual más frecuente, afectando al 16-23% de los varones.
En el estudio NHSLS, realizado en EEUU, la prevalencia aumentó desde el 30%, entre los 18 y 29 años, hasta el 55%, en hombres de 50 a 59 años. El sesgo metodológico empleado en este estudio, al proponer como respuesta solo la opción sí/no podría explicar el haber encontrado una prevalencia muy superior a la de otros estudios.
El 43% de los españoles padecen eyaculación precoz en algún momento de su vida según el Estudio Demográfico Español sobre la Eyaculación Precoz (DEEP 2009) realizado por la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (no publicado). Es más prevalente que la disfunción eréctil. Resulta significativo el dato de que sólo el 38% pensaban que debería consultarse al médico en estos casos.
ETIOLOGÍA
Actualmente, la teoría más en boga es la que se refiere a la sensibilidad de los receptores de la serotonina 5-HT1A y 5-HT2C a nivel central y al 5HTT, que facilita su recaptación en la sinapsis y que es el blanco de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
Existen evidencias que sugieren que la Eyaculación Precoz primaria es una variable biológica determinada genéticamente, relacionada con la sensibilidad heredada de los receptores centrales de la 5-HT12.
DIAGNÓSTICO
Aunque el diagnóstico clínico de la Eyaculación Precoz se basa en la información aportada por el paciente y/o la pareja, actualmente de dispone de varios cuestionarios estandarizados:
- El PEDT (Premature Ejaculation Diagnostic Tool)
- El PEP (Premature Ejaculation Profile )
- El Cuestionario de salud sexual masculina sobre disfunción eyaculatoria (Male Sexual Health Questionnaire Ejaculatory Dysfunction (MSHQEjD)
- El test de eyaculación precoz de Gindin y Huguet. Es el más usado. Puntuaciones entre 30-40 puntos indican una eyaculación precoz importante que requiere tratamiento.
La Guía Europea de Urología, actualizada en 2009, propone las siguientes recomendaciones para el diagnóstico:
- Evaluar el IELT autocalculado por el paciente, el control percibido sobre el reflejo eyaculatorio, la ansiedad y la dificultad interpersonal que provoca.
- Realizar un examen físico en la evaluación inicial de la EP para identificar afecciones médicas subyacentes asociadas u otras disfunciones sexuales, en particular la disfunción eréctil.
- No se recomienda realizar análisis de laboratorio o neurofisiológicos de rutina.
A grandes rasgos, la terapia sexual fue y sigue siendo el diagnóstico y tratamiento de las disrupciones en cualquiera las cuatro fases de la respuesta sexual humana, y/o el dolor durante las relaciones sexuales. Las disfunciones, pese a ocurrir independientemente unas de otras, en general tienden a aparecer asociadas.
Helen Singer Kaplan, ha desarrollado una síntesis que incluye los enfoques de todas las corrientes psicológicas.
“Se trataría de aprovechar cualquier técnica en beneficio de la resolución satisfactoria de las disfunciones sexuales.”
En Terapia Sexual aún hoy se emplean los ejercicios elaborados por Masters y Johnson como el “método de la pinza”, (para la eyaculación precoz), como poderoso auxiliar para recuperar la confianza en la erección, así corno un auxiliar interesante en el restablecimiento de la comunicación sexual entre la pareja, y el tratamiento del vaginismo. Pero también se usan las técnicas gestálticas de Hartman y Fithian para la resolución de problemas que suponen una baja autoestima física y sexual, como “el espejo” o la “vagina quieta o tranquila”. Las técnicas de Moreno “psicodrama” o “role playing” son adecuadas para hacer vivir al otro miembro de la pareja la emoción que se está expresando.
La propia Dra. Kaplan lo expresa así “Hemos intentado elaborar un tratamiento (más) flexible, presidido por el principio de emplear procedimientos que no se hallen organizados de una manera rutinaria, sino que se utilizan al servicio de una estrategia terapéutica racional”.
Durante años, los sexólogos hemos venido ensayando con éxito las enseñanzas de la Dra. Kaplan, y hemos podido constatar que en la mayoría de los casos, las técnicas de Masters y Johnson se quedan cortas y es preciso emplear otro tipo de análisis complementarios.
Las “tareas” a realizar en casa son muy útiles no solo por la mejora conductual que supone, sino también por el sentimiento positivo que a los clientes les produce el estar participando activamente en su curación, además de ser un vehículo de comunicación.
Nuestra cultura, a diferencia de la Americana, es una cultura de sexo mudo, y la mayoría de las parejas sexuales no saben cómo comunicarse aunque lo deseen. En este sentido, el hecho de tener que hacer una sesión de placereado y luego contársela a el/los terapeutas, desarrolla comportamientos lingüísticos expresivos y potencia la desaparición de resistencias que a veces no son falta de afecto o de deseo, sino una mera incapacidad expresiva. Ciertos contenidos en los roles sexuales, también pueden expresarse en las sesiones de “tarea para casa” y constituyen un material de análisis muy rico, que sirve para ir restableciendo las bases emocionales necesarias para que el acto sexual se viva plenamente, como una relación placentera y “egoísta” y vayan desapareciendo las barreras que la cultura impone a los miembros de las parejas humanas y les impide vivir su sexualidad como un gozo, no como un deber hacia el otro, o como una obligación reproductora.
Más información…
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De acuerdo con el presidente de la Asociación Española de Sexología Clínica, el trastorno del deseo sexual es probablemente la disfunción sexual femenina más frecuente y puede tener muchas causas fisiológicas, psíquicas o sociales.
Un documento publicado por la Asociación Española para la Salud Sexual (AESS) indica que el 30 % de mujeres no tienen ningún tipo de deseo sexual. Esta situación se puede presentar en momentos concretos de la vida como el embarazo, el parto, la lactancia y la menopausia, o durante periodos de crisis.
La intervenciones quirúrgicas, desarreglos hormonales y ciertas enfermedades como la diabetes, cardiopatías, esclerosis múltiple, enfermedad de parkinson y la depresión pueden derivar en la ausencia de deseo.
Otros factores que pueden afectar al deseo sexual son cambios en los métodos anticonceptivos, cansancio, estrés, cambios de humor, obesidad o una mala imagen del propio cuerpo, la relación con la pareja, episodios sexuales traumáticos en el pasado y el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y drogas.
La AESS sostiene que la excitación sexual en la mujer como la erección en el hombre son principalmente reacciones vasculares. “Un problema físico puede dificultar o impedir que esto ocurra, sobre todo si existe algún factor que interfiera con el flujo de sangre o las terminaciones nerviosas en la zona genital, especialmente en el clítoris y la vagina”. (más…)
El dolor, la ausencia de orgasmo y de deseo y los problemas de excitación tienen solución. Hablar abiertamente y con naturalidad sobre estas dificultades facilita que quienes las padecen consulten a tiempo a un profesional y es el primer paso para encontrarles una respuesta.
En Estados Unidos el 43% de las mujeres entre 18 y 59 años ha experimentado algún tipo de disfunción sexual femenina a lo largo de su vida. El 21% de las mujeres entre los 18 y los 29 años asegura que sufre algún tipo de dolor durante la relación sexual, mientras que el 27% habla de experiencias poco placenteras, revela una encuesta realizada por la Universidad de Chicago.
Pese a las evidentes pruebas de que los problemas sexuales en el sexo femenino son más frecuentes de lo que se cree, un estudio del Departamento de Urología y Psiquiatría de la Universidad de California indica que aproximadamente el 40% de las mujeres nunca ha buscado tratamiento o ayuda.
La disfunción sexual femenina (DSF) se puede clasificar en cuatro áreas en las que las mujeres presentan dificultades: el deseo, la excitación, el orgasmo y el dolor asociado con el coito (dispareunia y el vaginismo).
Según los Especialistas en Sexología, desde el punto de vista psicológico y emocional la mujer tiene una sexualidad mucho más compleja y su experiencia está más asociada con los mensajes sociales y culturales que recibe.
“Las mujeres, a diferencia de los hombres, no nos atrevemos a vivir la masturbación con naturalidad y eso crea un gran desconocimiento de su propia sexualidad”,
Explican algunos sexólogos que la mujer está acostumbrada a que sea el hombre quien descubra su propio placer “sin pasar por ella misma” y esto se debe a que muchas de ellas jamás han explorado su área genital, lo que genera un “ocultismo o un mayor tabú en la mujer que en el hombre”.
Sin embargo, las mujeres suelen ser las que buscan las soluciones o tratan de averiguar cuáles son las dificultades que pueden tener, salvo en aquellas situaciones en las que, por ejemplo, la falta de deseo sexual está relacionada con una insatisfacción de pareja y en estos casos es posible que la mujer prefiera no buscar ayuda. (más…)