La eyaculación precoz es la disfunción sexual masculina más frecuente. Sin embargo muchos varones evitan la consulta, lo que repercute en la sexualidad de la pareja.
¿Qué es la eyaculación precoz?
Se llama así a la eyaculación que ocurre en ausencia de control de la misma, siempre y cuando aparezca antes de lo que el varón o su compañer@ esperan, habitualmente antes o enseguida de ocurrida la penetración.
Para tratarse de una disfunción sexual, esta situación debe repetirse en un período de tiempo, debe de ser recurrente, en el que además no se logran tener otras relaciones con eyaculación oportuna. Es decir que debe haber una cierta persistencia del síntoma ya que en algunas circunstancias esta eventualidad puede presentarse aisladamente sin constituir una disfunción sexual.
La mayoría de las veces está relacionada a la esfera emocional donde la culpa, la ansiedad o los hábitos aprendidos determinan su aparición.
En algunas oportunidades está relacionada a traumas durante el inicio de la vida sexual, donde la premura en terminar el coito era importante, como por ejemplo cuando el lugar no era seguro o tranquilo, podría haber interrupciones o por el contrario, en el sexo con trabajadoras sexuales. En consulta de sexología clínica se observa en la mayoría de ocasiones que muy alejado de los traumas sexuales, se debe a la ignorancia sexual o bien una mala praxis de la autoestimulación sexual o masturbación.
¿Qué repercusiones tiene en la sexualidad masculina?
En general el varón con eyaculación precoz experimente una gran frustración ya que no logra satisfacer a su compañer@. Muchas veces además existe pudor o vergüenza y se pueden establecer conductas de evitación como el evitar los encuentros sexuales. En algunas circunstancias donde el desequilibrio de los patrones de género son muy determinantes en el varón, este puede culpar a su compañera proyectando en ella la responsabilidad de su disfunción.
En general la consulta con el especialista en sexología o psicólogo – sexólogo es tardía y sólo se recurre a ella luego de mucho tiempo de sufrimiento e incluso luego de varias parejas que se han ido sucediendo a lo largo de la vida. Aún pareciendo una disfunción sexual sencilla de tratar para cualquier psicólogo, en la mayoría de ocasiones resulta complejo el tratamiento, haciendo necesario una derivación a un psicólogo – sexólogo. No dudes, el Sexólogo es el Especialiasta cuando se trata de una eyaculación precoz.
Psicologo en Valencia
Gracias Sergio por tu profesionalidad en todo el tratamiento desde el principio hasta el fin. La clinica Pérez Vieco de psicología y Sexología fue un gran acierto. Un abrazo
Esther y Javi.
Psicólogos Valencia. Clínica Pérez-Vieco
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2019-10-20T09:20:33+00:00
Esther y Javi.
Gracias Sergio por tu profesionalidad en todo el tratamiento desde el principio hasta el fin. La clinica Pérez Vieco de psicología y Sexología fue un gran acierto. Un abrazo
¿Qué repercusiones tiene en la sexualidad femenina?
La duración de la estimulación es un factor crucial para que la mujer alcance el orgasmo. Si la relación es muy breve, generalmente este no ocurre y la mujer se siente frustrada.
La culpa y la sensación de inadecuación pueden ensombrecer a la mujer y causarle ansiedad cuando asume erróneamente que la situación puede deberse a que no es buena en la intimidad o que no logra estimular suficientemente a su compañero. Si embargo la eyaculación precoz no está relacionada a la falta de estimulación sino todo lo contrario.
Muchas parejas tienen intimidad física, pero no han desarrollado una intimidad personal que les permita hablar en confianza sobre estos temas abiertamente.
Muchas mujeres relatan pudor de decirle a sus parejas que quedan insatisfechas y más aún de solicitarles que recurran a la consulta para obtener una solución. El mandato de que la mujer no necesita tanto del sexo como el varón o de que una mujer es responsable de la satisfacción de su compañero muchas veces impone el silencio y la angustia.
Ante la frustración reiterada, la culpa y la ansiedad no resulta infrecuente que el deseo de la mujer se vea afectado y se haga hipoactivo, evitando entonces ella los encuentros sexuales.
¿Tiene solución la Eyaculación Precoz?
Como la gran mayoría de las situaciones la solución sólo es posible si se reconoce que existe un problema y se acude por ayuda.
Los especialistas en sexología o Sexólogos podemos afirmar que la eyaculación precozes la disfunción sexual masculina de más rápida resolución con el tratamiento adecuado.
Algunas de las técnicas que utilizamos los sexólogos son:
• El método “stop-start”: Esta técnica implica estimulación sexual hasta cuando el varón reconozca que va a producirse la eyaculación. Entonces suspende la estimulación durante aproximadamente 10 segundos y luego se comienza de nuevo.
• El método de la compresión del pene o técnica del apretón: Esta técnica implica estimulación sexual hasta cuando el varón reconozca que va a producirse la eyaculación. En ese momento, él o su compañer@ aprieta suavemente el extremo del pene (donde el glande se une al cuerpo del pene) durante varios segundos. Se suspende la estimulación sexual durante aproximadamente 30 segundos y luego se comienza de nuevo. Cada vez menos utilizada en la consulta del sexólogo clínico. Consideramos de la existencia de mejores técnicas que esta descrita en los comienzos de la Terapia Sexual por Masters y Johnson. Todo cambia a mejor.
• Algunos antidepresivos: Como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) pueden ayudar, ya que uno de sus efectos secundarios es prolongar el tiempo que se requiere para alcanzar la eyaculación. Es preciso valorar los pros y los contras antes de utilizar los antidepresivos.
• Se pueden aplicar cremas o aerosoles anestésicos locales sobre el pene para disminuir la estimulación. Creemos con firmeza que los anestésicos pueden actuar a corto plazo, pero a medio y largo plazo ocasionarán problemas de erección y dificultarán el proceso de mejora en el control de la eyaculación. Un anestésico se puede encontrar desde los sexshops hasta en fármacias hoy en día, pero a corto o medio plazo, el individuo que padece de Eyaculación Precoz deberá de acudir al sexólogo si su deseo es aprender a controlar la eyaculación.
Es importante recordar que las disfunciones sexuales son situaciones que tiene solución con el tratamiento adecuado.
La demora en la consulta sólo determina frustración y sufrimiento para ambos miembros de la pareja.
El 67% de los españoles considera muy importante la actividad sexual; el 34% ha tenido algún problema de este tipo, pero sólo el 15% ha consultado con un profesional. Convertir la sexología en una profesión institucionalizada con titulación oficial es el primer paso para encontrar soluciones.
La sexualidad humana es un asunto tan amplio que hace necesaria la existencia de profesionales especializados en su estudio y en su práctica clínica.
¿Qué es un sexólogo?
El sexólogo es, por tanto, el encargado de velar por la calidad de la vida afectivo-sexual de los individuos.
El primer Instituto de Sexología se fundó en Berlín en 1919, por lo que podemos decir que la sexología se trata de una disciplina joven, pese a ser casi centenaria.
En nuestro país, los profesionales de la sexología suelen ser principalmente psicólogos o médicos especializados vía Máster en esta materia.
Cómo te puede ayudar un sexólogo
El sexólogo te puede ayudar de dos maneras fundamentales:
1.- Proveyéndote de información sexual científica.
El sexólogo conoce a fondo el funcionamiento sexual humano y sabe distinguir entre la información veraz y aquella que forma parte de los -aún a día de hoy- numerosos mitos sexuales.
La labor divulgativa de los sexólogos, tanto en colegios e instituciones como en consultas, es de gran utilidad pública a la hora de resolver las dudas de la población en esta disciplina.
2.- Tratando diferentes disfunciones.
Cuando se producen problemas en alguna de las cuatro fases del ciclo sexual (excitación, meseta, orgasmo y resolución), el sexólogo se encarga de detectar sus causas y proponer las posibles soluciones.
Conviene tener en cuenta que la gran mayoría de los problemas sexuales tiene un origen psicológico y/o de aprendizaje.
No obstante, ante una disfunción pueden mezclarse tanto las causas psicológicas como las biológicas. De ahí la importancia que tiene el trabajo en equipo entre médicos y psicólogos para una mejor atención de los pacientes.
Sin embargo, no podemos perder de vista que “ir al sexólogo” sigue siendo una frase tabú para muchas personas. Acudimos al médico de cabecera sin ningún problema, pero cuando se trata del sexólogo la cosa cambia.
Tengamos en cuenta que somos herederos de una cultura que ha potenciado la reclusión (cuando no la represión) de la sexualidad humana durante cientos de años.
Además, el hecho de que la sexualidad pertenezca a la parte más íntima del individuo favorece que aún queden ciertos miedos por superar.
Por suerte, poco a poco vamos dejando que entre la luz de la normalidad en nuestra sexualidad y cada vez la vivimos con mayor naturalidad.
Prueba de ello es que el número de consultas a los especialistas en sexualidad aumenta año tras año.
Así que, si necesitas información sobre sexualidad o requieres de ayuda para solucionar un problema sexual, no dudes en acudir a un sexólogo especialista.
Podrás encontrarlo en las diferentes asociaciones que existen en nuestro país y que concentran a los mejores profesionales del sector.
Debe tratarse el cuadro orgánico que está provocando la eyaculación precoz.
Tratamiento farmacológico de la eyaculación precoz
Los anestésicos tópicos están en desuso. Pueden causar reacciones cutáneas y una excesiva hipoestesia en el pene y en la vagina. No hay estudios fiables con estos fármacos.
Los antidepresivos tricíclicos, como la clorimipramina, empezaron a usarse a principios de los años 70. Resultaron efectivos, pero hoy día, debido a sus efectos secundarios, han caído en desuso.
Los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (IPDE-5) y bloqueadores alfa-1 adrenérgicos no han sido aprobados para el tratamiento de la EP ni en EEUU (Food and Drug Administration [FDA]) ni en la Unión Europea (Agencia Europea del Medicamento [EMEA]).
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). En 1994 Waldinger fue el primero en demostrar la eficacia de los ISRS en alargar el IELT.
La dapoxetina, un ISRS de acción corta, es el primer fármaco diseñado específicamente para el tratamiento de la eyaculación precoz a demanda en varones de 18 a 64 años y el único aprobado para tal uso por las agencias internacionales del medicamento. Actualmente está autorizada su comercialización en siete países de la Unión Europea (Finlandia, Suecia, Austria, Alemania, España, Italia y Portugal). Es un ISRS de acción corta, que ha demostrado inhibir de forma estadísticamente significativa el reflejo eyaculatorio a nivel supraespinal. No necesita, a diferencia de otros ISRS, de un periodo de impregnación, por lo que no es necesario administrarlo a diario, sino a demanda, en una dosis inicial de 30 mg de 1-3 horas antes del coito. Ha resultado igualmente efectivo tanto en la eyaculación primaria como en la secundaria. Se elimina principalmente por vía urinaria en 24 horas, sin otras sustancias activas. Esta farmacocinética lo convierte en el fármaco ideal para el tratamiento a demanda. La eficacia de la dapoxetina ha sido probada en ensayos clínicos, controlando los siguientes parámetros: el tiempo de latencia intravaginal hasta la eyaculación (IELT), el perfil de eyaculación prematura (PEP) y la percepción del control sobre la eyaculación (EP). Todo esto convierte a la dapoxetina en el fármaco que mayores datos aporta sobre la eficacia en el tratamiento de la eyaculación precoz.
Tramadol. Sin los efectos secundarios de los ISRS. Retrasa la eyaculación inhibiendo la recaptación de norepinefrina y de serotonina. Administrado a demanda, en dosis de 50 mg dos horas antes del coito, ha demostrado alargar el IELT muy significativamente, según el estudio llevado a cabo en casos de eyaculación primaria17,18. Usado a demanda ha mostrado muy pocos efectos adversos.
Terapia sexual de la eyaculación precoz
A nivel individual
Ejercicios de relajación.
Ejercicios de Kegel, practicando la contracción y relajación de la musculatura bulbocavernosa e isquiocavernosa. Los estudios realizados han sido con pocos pacientes, pero confirman éxitos del 60% tras cuatro meses de practicarlos.
A estos ejercicios se ha añadido la electroestimulación del suelo pélvico para provocar contracciones en la zona y fortalecer la musculatura e incrementar la discriminación de sus contracciones. Estudios publicados refieren una mejoría en el 65% de los casos tras un año de tratamiento.
A nivel de pareja
Técnica de parada / arranque (stop/start). Mediante la masturbación en pareja en la eyaculacion precoz, se para cuando la excitación es tan alta que se percibe la inminencia eyaculatoria hasta bajar la excitación y comenzar un nuevo ciclo. Después de cinco ciclos se permite la eyaculación. De esta manera el paciente aprende a reconocer las sensaciones preeyaculatorias para poder después controlarlas.
Técnica de compresión del pene (squeeze). Cuando el paciente percibe que va a eyacular, la pareja o él mismo, con los dedos pulgar e índice, se comprime la región balano-prepucial hasta que desaparece la sensación. Bajado el nivel de excitación se reanuda la relación. El ciclo se repite cuatro o cinco veces para terminar eyaculando.
Penetración vaginal sin movimientos. La mujer encima sin moverse. El varón introduce el pene y aguanta el tiempo que pueda, familiarizándose con las sensaciones sin eyacular.
Técnica cognitivo conductual de la excitación, en la que tiene gran importancia que la pareja se comunique sus fantasías sexuales, sus pensamientos, se cuide el escenario y la preparación de la relación, así como el grado de excitación que esto supone para cada miembro de la pareja.
Eliminación de las distorsiones cognitivas sobre la relación sexual. Rosen señala ocho tipos de distorsiones cognitivas.
Técnicas de focalización sensorial. Entrenan al paciente a ir más despacio y en centrarse en las sensaciones placenteras que le produce su pareja mediante la estimulación corporal, dejando para el final la estimulación en el área genital.
Francisco Cabello del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología propone su propio modelo completo y exhaustivo de la eyaculación precoz en el que integra diferentes estrategias con dos modalidades:
1º. Modelo simple, sin fármacos, que se compone de las siguientes fases: erotización sexual focalizada en mejorar la comunicación sexual de la pareja y propone ejercicios de autoestimulación erótica, pasando después a otra de erotización orgásmica y por fin a una desensibilización intravaginal.
2º. Modelo combinado. En el anterior modelo, en la fase de erotización orgásmica se introduce el tratamiento con ISRS.
Tratamiento en grupos.
El objetivo debería ser reestructurar cognitivamente la interpretación individualista de la eyaculación precoz con la que acude el varón en solitario a la consulta de atención primaria y enfocarla como un problema de relación sexual de la pareja, que afecta a los dos y por lo tanto la solución ha de venir desde la pareja. Son necesarios para aprender a hacer cambios en el tipo de relación sexual que han llegado a construir los dos: ampliar el guión sexual, mejorar la comunicación, derribar tabúes, así como ayudarse de los puntos propuestos en los tratamientos citados.
En definitiva, existen diferentes ofertas terapéuticas en lo que se refiere a la eyaculacion precoz, la mayoría centradas en retrasar el reflejo de eyaculación. Muchas lo consiguen. No está claro que la pareja solo y exclusivamente nos esté demandando retrasar el cronómetro, alargar la duración. Seguro que su demanda también incluye incrementar la satisfacción, por lo que el objetivo irrenunciable con cualquier terapia que se emplee, debería ser conseguir que la pareja llegue a “re-construir” otro tipo de relación sexual más satisfactoria para ambos.
La incidencia y prevalencia de los problemas de deseo sexual son difíciles de establecer. Diferentes estudios y autores no coinciden, sobre todo por divergencias en los criterios diagnósticos, y se confunden con frecuencia los cuadros de falta de deseo y las aversiones sexuales. En lo que sí hay consenso es en que la ausencia de deseo es el problema sexual más frecuente en la mujer y que, hasta la fecha, la falta de deseo afecta más a las mujeres (con prevalencia, según autores, entre el 22% y el 51% de la población femenina) que al hombre (con prevalencia, según autores, entre el 10% y el 15% de los varones).
Las personas que tienen este problema suelen formular excusas para evitar una relación sexual con su pareja. Casi nunca se acuestan a la vez que su pareja, siempre tienen alguna excusa pendiente: recoger la cocina, un programa muy interesante en la tele, un trabajo urgente… En ocasiones esa huida les supone un sentimiento de culpa, por no dar respuesta a un compromiso implícito y aumentan los nervios en la medida que se dilata el encuentro. Puede ser un trastorno de toda la vida (primario) o adquirido (secundario), generalizado (con todas la parejas) o situacional (con una pareja específica).
En el deseo sexual inhibido la falta de sentimientos eróticos lleva a ver la relación sexual como un hecho desagradable, incluso un castigo. Este problema es generalizado cuando no existe interés sexual hacia ninguna persona ni circunstancia, y situacional si no aparece interés por la pareja, pero la persona se siente estimulada ante otras personas o ante la masturbación. Algunas veces, más que un deseo inhibido, puede existir simplemente una discrepancia en los niveles de interés sexual entre los dos miembros de la pareja, que poseen niveles de interés dentro del límite normal.
La queja sobre la falta de deseo sexual es muy común. Como causa más frecuente se nombra el alto grado de estrés al que las personas se ven sometidas en la vida cotidiana, donde todo suele estar programado, menos el disfrute sexual y la relación de intimidad con la pareja.
Causas
Las obligaciones domésticas
La vida doméstica tiene sus condicionantes y la teórica equidad de género, en que hombres y mujeres comparten derechos y obligaciones, funciona más de puertas para fuera que en la intimidad del hogar. Estas reminiscencias del modelo patriarcal constituyen la base de ese conflicto de rol y hacen que muchos hombres se sientan inseguros en su papel y defraudados por no tener una mujer que les resuelva la cuestión doméstica. Las mujeres, por su lado, se quejan de su doble función. En especial, las que tienen mayor cualificación laboral e independencia económica plantean con claridad su falta de entusiasmo ante una convivencia de pareja, temiendo la carga que supone la responsabilidad doméstica, de la que tantos hombres saben bien cómo escaquearse. Datos del Instituto de la Mujer sobre el reparto de tareas domésticas apuntan a que el hombre dedica de media 1 hora y 32 minutos a las tareas domésticas, frente a las 4 horas 2 minutos que dedica la mujer al día.
Pero, ¿a qué viene todo esto? ¿no estábamos hablando de deseo sexual inhibido? Ciertamente, pero ésta es una de las cuestiones más recurrentes en terapia sexual cuando se trata la falta de deseo. Creemos, por tanto, que vale la pena dedicar unas líneas a reflexionar sobre lo más inmediato, que a veces de tan cercano ni nos percatamos, pero que representa una gran influencia en nuestra vida sexual.
Problemas de relación y mala elección de la pareja
Otras veces, la falta de deseo se debe a problemas de relación como cuando alguno de los miembros de la pareja no se siente íntimamente vinculado al compañero. Hay personas que tienen graves dificultades para vincularse emocionalmente, la proximidad les asusta y la fusión que supone el acto sexual les da vértigo. Estas personas suelen tener relaciones tormentosas, con grandes broncas y reconciliaciones, sin que exista ninguna lógica, puesto que el vaivén emocional se debe a la necesidad interna de proximidad y alejamiento.
No se debe confundir la ausencia temporal de ganas de tener relaciones sexuales con la falta de deseo sexual, que es un trastorno con raíces físicas y/o psicológicas
En otras parejas se suceden las luchas de poder, la pareja en la que parece que se está casado el uno contra el otro, en lugar de con el otro. En lugar de sumar, restan. Están en pugna continua y su casa no es su hogar, sino un campo de minas ante el que no se puede bajar la guardia. En estas condiciones es un milagro que florezca el deseo sexual. En estos casos pueden aparecer episodios intermitentes de deseo sexual inhibido. Otra de las causas de la falta de deseo es la elección inadecuada de pareja. Aunque nos parezca increíble, algunas personas se emparejan y se casan justo con aquellas que no les despierta ninguna pasión. No podemos olvidar que pasión implica apetito, deseo vehemente de una cosa y también sufrimiento. Muchas personas no están dispuestas al sufrimiento que supone la pasión porque si no se ansía apasionadamente, la pérdida, si llega, no es un trauma. En muchas ocasiones, las personas suelen haber sufrido algún desengaño amoroso y asocian a las personas atractivas desde un punto de vista sexual, como peligrosas, y que pueden hacerles sufrir.
Educación sexual inadecuada o experiencias traumáticas
La educación sexual inadecuada, con actitudes negativas y manifestaciones sexofóbicas, con temor al pecado y el sexo asociado a lo sucio genera un terreno difícil para la expresión saludable de la sexualidad porque obstaculizan la imaginería erótica, antesala del deseo sexual.
Las experiencias sexuales traumáticas y negativas, como el abuso sexual en la infancia, la violación, el acoso sexual y otros atentados contra la libertad sexual pueden tener una incidencia importante en algunas faltas de deseo. Cabe señalar que los abusos sexuales en la infancia los sufren tanto niñas como niños y pueden tener repercusiones negativas en la edad adulta del hombre y la mujer.
Tratamiento
Los problemas de deseo sexual inhibido suelen necesitar de atención sexológica, que incluye trabajar factores de predisposición, relacionados con la historia erótica y la educación sexual, así como otros que tienen que ver con aspectos más profundos y están relacionados bien con los vínculos con los padres y madres o con el miedo a comprometerse en un plano emocional.
La falta de deseo suele tener una repercusión importante en la relación de pareja, sobre todo si es el hombre el que padece esta carencia. La mujer puede sentirse rechazada y poco atractiva, provocándole una gran inseguridad con respecto a la relación. Los hombres suelen llevar mejor esta situación gracias a que los estereotipos de género propician una visión de la mujer menos dispuesta a disfrutar del sexo, mientras que el hombre suele aparecer más dispuesto. Es muy importante hablar con la pareja de esa disminución del deseo, dejando claro que no tiene nada que ver con que se le encuentre menos atractiva y se haya perdido interés por la relación.
Abordar las vías de placer
Para abordar la falta de deseo sexual es fundamental trabajar las vías del placer. A modo explicativo, podemos pensar que existen unas vías neuronales relacionadas con el placer y el deseo sexual. (más…)
Para comprender los problemas sexuales hay que partir de la concepción de la sexualidad como una facultad con componentes psicológicos, biológicos y sociales. De hecho, el malestar puede afectar a la respuesta física, al equilibrio psicológico, e incluso a las relaciones sociales. Este último aspecto suele chocar, pero son muchos los hombres con disfunción eréctil o eyaculación precoz que se sienten muy incómodos cuando su grupo de amigos habla de sexo, lo que les lleva a temer y esquivar los encuentros distendidos.
No en todas las personas las repercusiones son las mismas y no todos los problemas sexuales tienen las mismas causas. Los hay que afectan de manera clara a la función orgánica, derivados de enfermedades o consumo de fármacos u otras sustancias, y otros de contenido más psicológico, producto de una escasa y muchas veces inadecuada educación sexual. También las circunstancias no controladas y estresantes juegan su papel, puesto que estos problemas sexuales son mecanismos de adaptación para rebajar la ansiedad.
Parece mentira que ocurra, pero vivimos en una sociedad en la que el sexo todavía puede ser considerado como algo feo y sucio, del que apenas se habla de forma sensata. (más…)