Técnicas de tratamiento más eficaces para reducir la ansiedad

¿Cuáles son las técnicas de tratamiento más eficaces para reducir la ansiedad?

Pregunta:

¿Cuáles son las técnicas de tratamiento más eficaces para reducir la ansiedad?

Respuesta:

Las técnicas de tratamiento más eficaces que se usan habitualmente en la terapia de los trastornos de ansiedad son de varios tipos: técnicas farmacológicas, técnicas cognitivas, técnicas de relajación de la actividad fisiológica, y técnicas centradas en la conducta.

1. Técnicas farmacológicas:

Los ansiolíticos son un tipo de fármacos que reducen los síntomas de ansiedad rápidamente, lo cuál resulta muy útil en el tratamiento del ataque de pánico, o las obsesiones. Ahora bien, con ellos no se aprende a controlar la ansiedad, por lo que, si se utilizan solos, no suelen curar el trastorno. Son útiles en caso de reacciones intensas, no controlables, pero hay que sustituirlos, poco a poco, por el autocontrol; de lo contrario, suelen degenerar en una adicción a este tipo de fármacos. 

Con muchísima frecuencia, encontramos personas que llevan muchos años tomando ansiolíticos (siete años, diez años, por ejemplo), sin que hayan resuelto su problema de ansiedad y sin que puedan dejar de consumir estos fármacos.

Sin embargo, en ocasiones el tratamiento farmacológico es necesario, pero se debe acompañar de un entrenamiento en técnicas cognitivo-conductuales (técnicas cognitivas, técnicas de relajación de la activación fisiológica y técnicas centradas en la conducta).

El tratamiento farmacológico debe estar prescrito y revisado (cada mes, o dos meses) por un especialista en farmacología, por ejemplo, un psiquiatra. Debe evitarse la automedicación, o la auto-experimentación, o el abandono del fármaco por decisión propia, tampoco debe tomarse el fármaco en función de nuestro estado de ánimo, o decidir las cantidades a tomar según nos encontremos, etc.

Este tratamiento farmacológico debe estar siempre acompañado por un tratamiento de tipo psicológico, que debe incluir las técnicas ya mencionadas de entrenamiento en control de ansiedad.

2. Técnicas cognitivas:

Son una serie de técnicas psicológicas en las que hay que comenzar por dar información sobre el trastorno, su curación, etc. Se basan en el entrenamiento del individuo en técnicas que mejoran su capacidad de auto-observación y auto-corrección de sus pensamientos, su conducta y sus emociones.

Algunas entrenan al individuo a interpretar situaciones de una manera menos amenazante (menos ansiógena). 

Otras entrenan a las personas en habilidades especiales, como la solución de problemas, la toma de decisiones, etc.

Otras técnicas cognitivas enseñan a identificar pensamientos negativos, errores en la interpretación de la realidad, tendencias individuales que generan ansiedad, etc, para después enseñar a cambiar estas tendencias o procesos.

3. Técnicas de relajación de la actividad fisiológica:

Enseñan a las personas a relajarse, disminuir la activación fisiológica, soltar los músculos, respirar correctamente, imaginar, etc. Hay que practicarlas todos los días. Existen diversos tipo de técnicas de relajación: muscular progresiva, respiración, imaginación, etc.

4. Las técnicas centradas en la conducta:

Resaltan la necesidad de exponerse a las situaciones temidas, acercándose a los estímulos que provocan la ansiedad (bajo situación de control), todo ello bajo el principio de aproximaciones sucesivas (poco a poco) y el principio del refuerzo (es importante premiarse por los éxitos, y corregir ante los fracasos, en lugar de castigarse). Además, algunas técnicas enseñan al sujeto habilidades personales o sociales para enfrentarse mejor a las situaciones ansiógenas.

Ansiedad. Qué es la Ansiedad.

¿Qué es la Ansiedad?

Pregunta:

¿Qué es la ansiedad?

Respuesta:

Es una emoción natural. Por lo tanto, la ansiedad guarda algunas similitudes con otras reacciones emocionales, tales como la alegría, el enfado, la tristeza, el miedo, etc. La ansiedad es experimentada como una emoción desagradable, negativa, que surge en una situación ante la que el individuo percibe una amenaza (posibles consecuencias negativas). Para afrontar esta situación y tratar de reducir las consecuencias negativas el individuo debe ponerse en alerta.

La reacción emocional puede observarse a un triple nivel: cognitivo-subjetivo (la experiencia), fisiológico (cambios corporales) y motor (conductual-observable).

nivel cognitivo-subjetivo, la ansiedad se caracteriza por sentimientos de malestar, preocupación, hipervigilancia, tensión, temor, inseguridad, sensación de pérdida de control, percepción de fuertes cambios fisiológicos (cardiacos, respiratorios, etc.)

nivel fisiológico, la ansiedad se caracteriza por la activación de diferentes sistemas, principalmente el Sistema Nervioso Autónomo y el Sistema Nervioso Motor, aunque también se activan otros, como el Sistema Nervioso Central, o el Sistema Endocrino, o el Sistema Inmune. De todos los cambios que se producen, el individuo sólo percibe algunos cambios en respuestas tales como la tasa cardiaca, tasa respiratoria, sudoración, temperatura periférica, tensión muscular, sensaciones gástricas, etc. La persistencia de estos cambios fisiológicos puede acarrear una serie de desórdenes psicofisiológicos transitorios, tales como dolores de cabeza, insomnio, disfunción eréctil, contracturas musculares, disfunciones gástricas, etc.

nivel motor u observable, la ansiedad se manifiesta como inquietud motora, hiperactividad, movimientos repetitivos, dificultades para la comunicación (tartamudez), evitación de situaciones temidas, consumo de sustancias (comida, bebida, tabaco, etc.), llanto, tensión en la expresión facial, etc.

Ansiedad ante los exámenes

¿En qué consiste la ansiedad ante los exámenes?

Pregunta:

¿En qué consiste la ansiedad ante los exámenes?

Respuesta:

En nuestra civilización las situaciones que provocan ansiedad de evaluación son cada vez más frecuentes en la vida de las personas. Así, por ejemplo, para poder acceder a la mayoría de los centros educativos es imprescindible superar pruebas de ingreso; el rendimiento escolar se evalúa mediante la realización de exámenes periódicos; para conseguir trabajo hay que superar pruebas de selección, exámenes psicotécnicos, etc. Por ello, la ansiedad de prueba o ansiedad de evaluación se ha convertido en los últimos tiempos en un problema de gran envergadura no sólo desde un punto de vista educativo sino también social y clínico.

En nuestro país, se estima que en enseñanza primaria y secundaria, aproximadamente entre el 15-25% de los estudiantes presentan niveles elevados de ansiedad ante los exámenes (Escalona y Miguel-Tobal, 1996).

La ansiedad ante los exámenes constituye un grave problema no sólo por el elevado porcentaje de estudiantes que la padecen sino también porque ejerce un efecto muy negativo sobre el rendimiento. Por ello, hay que considerar que un número muy alto de alumnos que sufren fracaso escolar no tienen problemas relacionados con el aprendizaje o con su capacidad sino con los niveles extremos de ansiedad que presentan ante los exámenes.

La sintomatología que manifiestan los estudiantes con este problema es muy variada aunque predominan, por un lado, las respuestas cognitivas tales como preocupación excesiva sobre su actuación y las consecuencias de una mala ejecución, comparación con el resto de los compañeros y pensamientos de autocrítica y por otro, las respuestas fisiológicas como molestias gástricas, náuseas, vómitos, diarrea, dificultad para conciliar el sueño, cefaleas, tensión muscular, temblores, respiración rápida y superficial, disnea. Por último, pueden aparecer determinadas conductas como hiperactividad, movimientos repetitivos e incluso, en determinados casos, la evitación del examen o del centro escolar. Estos síntomas tienden a incrementarse a medida que se aproxima el examen. A ello hay que sumar el cambio que suele producirse en el estilo de vida de muchos estudiantes, fundamentalmente universitarios, en época de exámenes ya que tienden a aumentar el consumo de cafeína, tabaco, sustancias psicoactivas, tranquilizantes, etc.

Los efectos que la ansiedad tiene sobre el rendimiento son bastante claros y se producen fundamentalmente ante determinadas condiciones: cuando las instrucciones son amenazantes (p.e. de este examen depende tu futuro, si suspendes tendrás que repetir…); cuando hay presión de tiempo, sobre todo, cuando el tiempo para su realización es corto; o cuando la tarea es compleja y requiere de un alto nivel de concentración. Ante estas condiciones el estudiante ansioso presentará una reducción considerable de su rendimiento.

Como puede apreciarse, estas son las características habituales de los exámenes en el ámbito educativo, lo que permite concluir que tal y como está establecido el sistema educativo actual los sujetos ansiosos tienen serias dificultades para reflejar su nivel real de preparación, por lo que mostrarán reducciones de gran magnitud en su rendimiento.

Psicólogo, Psicoterapeuta, Psiquiatra y Psicoanalista. Diferencias.

¿Cuál es la diferencia entre el psicólogo, el psicoterapeuta, el psicoanalista y el psiquiatra?

Esta diferencia tiene que ver en principio con los estudios que realiza cada uno:

Psicólogo

El psicólogo tiene estudios universitarios en psicología y atiende las dificultades psicológicas desde una compresión del comportamiento humano. Realiza el diagnóstico y el tratamiento dándole más importancia a las dimensiones del pensamiento, las afecciones y la conducta, ayudándole al paciente a comprender, resolver las dificultades psicológicas y en sus relaciones que enfrenta para de este modo obtener bienestar psicológico.

Los psicólogos licenciados están calificados para dar psicoterapia y consejería, realizan pruebas psicométricas y proveen tratamiento para los trastornos mentales y dificultades psicológicas de la vida cotidiana. A diferencia con el psiquiatra, el psicólogo no cuenta con el derecho de prescribir fármacos como tratamiento (a excepción de algunos países en los que sí pueden dar medicamentos). En ocasiones, un psicólogo puede trabajar en conjunto con un psiquiatra que provea un tratamiento fármaco para los trastornos mentales, mientras el psicólogo provea psicoterapia.

Psiquiatra

El psiquiatra en cambio tiene una formación en medicina y una especialización en trastornos psiquiátricos, su enfoque generalmente es médico y le da más importancia a los aspectos orgánicos de los trastornos mentales. El psiquiatra utiliza principalmente la farmacología (prescripción de fármacos) para mejorar los síntomas incapacitantes de los trastornos psicológicos, sin embargo algunos también realizan intervención con psicoterapia (esto significa que aprenden técnicas de ciertas psicoterapias, sin que sea necesario la obtención de un título universitario)

Usualmente, el psicólogo se encarga del tratamiento psicoterapéutico y el psiquiatra controla la medicación en caso que sea necesario. Es común que ambos profesionales trabajen de la mano en algunos casos como son la depresión mayor, el trastorno bipolar y el trastorno borderline.

Psicoterapeuta

Es importante aclarar que psicoterapeuta tiene una especialización en psicoterapia (en un instituto privado) pero no posee necesariamente estudios universitarios. Por tal motivo el psicoterapeuta no está controlado ni protegido por la ley (como sí lo está el psicólogo y el  psiquiatra). El título de psicoterapeuta no es controlado: no existe reglamentación, programa universitario permite enseñar el arte de la psicoterapia. La psicoterapia se refiere al trabajo del descubrimiento de sí, el mejoramiento de la calidad de vida y de las relaciones de una persona (en ocasiones los psicólogos y los psiquiatras se llaman así mismos psicoterapeutas). Los psicoterapeutas están formados en diversas técnicas y enfoques como laTerapia Gestalt, la PNL (Programación neurolingüística), el psicodrama, la hipnosis, entre otras. Generalmente estas técnicas de psicoterapia son más directivas que los enfoques utilizados por los psicólogos, se apoyan más en el consejo y la búsqueda de soluciones: el terapeuta interviene, realiza frecuentemente feed-back, sugiere y aconseja, dando lugar a un trabajo interactivo.

Psicoanalista

El psicoanalista no necesariamente tiene estudios universitarios de psicología clínica, sin embargo en su mayoría poseen estudios de medicina/psiquiatría, de psicología o bien de filosofía. El psicoanalista tampoco está controlado ni protegido por la ley. Un psicoanalista realiza sus estudios en un instituto privado bajo la enseñanza de uno o varios especialistas. Asimismo, tiene por obligación de seguir él mismo un análisis personal durante varios años, antes de ejercer.

El enfoque que practica el psicoanalista es el análisis, ya sea en diván o en sillón frente a frente. Una de las diferencias principales con los demás enfoques psicológicos es que trabajar a partir del inconsciente: es decir, postula que no tenemos control voluntario ni consciente del curso de nuestra vida, por lo que resulta necesario un análisis profundo del inconsciente. El tratamiento psicoanalítico explora cómo estos factores inconscientes afectan las relaciones actuales y patrones de pensamiento, emoción y de comportamiento. 

Psicoterapia. Beneficios de acudir al psicólogo

Psicoterapia y sus beneficios. Te proponemos algunos de ellos.

Ya hace años que los beneficios de la psicoterapia han sido testados y comprobados en numerosos estudios. Por eso, aunque pueda parecer que ir al psicólogo resulte caro en principio, la realidad es que es una de las mejores inversiones, tanto económica como de índole personal y laboral, que puedes hacer en ti mismo. Y si te quedan dudas o te parece que barro para casa, ahora te mostraré los motivos y causas que corroboran esos beneficios. Yo veo esos resultados a diario en mi práctica clínica, pero entiendo que para los que no se dedican a esto pueda ser difícil imaginar los excelentes rendimientos que se pueden conseguir.

Los 12 beneficios de la psicoterapia:

  1. El psicólogo es la persona mejor preparada para saber si necesitas un proceso de psicoterapia o de coaching. No es infrecuente encontrar personas que vienen buscando un proceso de coaching, que suena más moderno y atractivo, pero en realidad necesitan psicoterapia, un tratamiento psicoterapéutico. No es ninguna vergüenza, se trata solamente de un punto de partida diferente que no tiene que implicar que el punto de llegada sea peor en el caso de la terapia. Los cambios que se pueden conseguir con ambos procedimientos son interesantes y fructíferos. Se te clarifica acudiendo al psicólogo el camino a seguir.
  2. Conocerte mejor. Aunque lo he repetido muchas veces, sigue siendo uno de los puntos principales. Muchas veces creemos conocernos pero en realidad no sabemos quién somos. Y eso sucede porque el ritmo de vida que llevamos y nuestra tendencia natural a ir hacia adelante hacen que no nos detengamos a mirar quién de verdad somos en nuestro interior. Eso nos lleva a muy a menudo a perseguir metas que otros dicen que son importantes en la vida pero que tal vez para nosotros no lo son. Paramos pues de dar vueltas sin sentido y focalizamos toda nuestra energía y habilidades.
  3. Conocer nuestro guión de vida. Conocer esos patrones inconscientes que nos empujan a actuar muchas veces de modos que no queremos y cambiar si se precisa ese guión inconsciente que nos lleva por caminos que no queremos en realidad transitar. Aprendemos así de verdad cual es nuestra prioridad.Psicoterapia por psicologos valencia
  4. Conseguir el éxito personal. Al conocer quiénes somos y nuestro guión de vida podemos perseguir objetivos que nos hagan de verdad felices y conseguir el éxito personal. Y ahí cada uno tendrá su propia definición de aquello que le hace feliz y que en general no tiene que ver con cuanto dinero gana o cuánto éxito social tiene. La psicoterapia nos puede ayudar.
  5. Cambiar el diálogo interior negativo. Una de las cosas que más nos afecta es ese diálogo interior negativo, ese modo de hablarnos a nosotros mismos que nos menoscaba o nos hace sentirnos mal. Muchas veces eso tiene que ver con patrones aprendidos que podemos cambiar cuando sabemos cómo hacerlo. Conseguimos al conocer nuestro diálogo interior ahorrar cantidades ingentes de tiempo y utilizarlas mejor.
  6. Conocer nuestros puntos fuertes y potenciarlos. Si sabemos cuáles son nuestras habilidades y aptitudes estaremos mejor preparados para sacar partido de ellas en nuestro propio beneficio. Maximizar pues esas potencialidades es también una excelente inversión.
  7. Conocer nuestro puntos débiles y minimizarlos. Algunos de nuestros puntos débiles merece la pena cambiarlos, pero otros es mejor minimizarlos, saber que están ahí y no dejar que interfieran en aquello que de verdad importa. Porque el esfuerzo de cambiar según que cosas muchas veces no es productivo y no merece la pena. Ahorraremos mucho tiempo no insistiendo en nuestras limitaciones.
  8. Mejorar la autoestima. Todo el proceso anterior nos lleva a sentirnos mejor con nosotros mismos y por tanto tener una autoestima más alta. Y además la autoestima también puede trabajarse por sí misma, el aprender a amarse y aceptarse. El beneficio de ello es la seguridad y el bienestar.
  9. Descubrir nuestro talento. No sólo se trata de saber puntos fuerte y débiles, sino de saber cuál es nuestro talento lo que nos puede llevar a descubrir nuestro elemento, ahí donde se une lo que nos gusta y lo que mejor se nos da.
  10. Librarte de posibles trastornos. Vivir con ansiedad, estrés o con fobia a alguna cosa no es agradable. Y muchas de esas cosas que te parecen imposibles de superar, se superan fácilmente con el tratamiento adecuado. No es necesario ir arrastrando esos problemas a lo largo de tu vida. Conseguimos no perder tiempo atascados en cosas que sí tienen solución.
  11. Cambiar hábitos que te debilitan. Nuestra vida está compuesta en un 85% o más de hábitos. Por ello es importante que seamos capaces de potenciar aquellos hábitos que nos ayudan a ser quiénes queremos ser y sentirnos bien y soltar los que nos debilitan y perjudican. Y aunque no sea fácil puede hacerse si sabes cómo y cuentas con ayuda profesional.
  12. Ahorro de tiempo, energía y dinero. Todo el proceso terapéutico hace que pierdas menos tiempo en caminos que no te llevan a ninguna parte, siguiendo consejos de personas que pueden quererte mucho pero que igual no te entienden. Eso evita también tener que volver a empezar por haber seguido un camino erróneo. Y en otro orden de cosas, evitamos también los gastos superfluos que realizamos cuando nos sentimos insatisfechos y compramos para trata de llenar ese vacío.

Podría poner más motivos pero creo que estos son bastante representativos de lo que puedes conseguir con una terapia psicológica, la psicoterapia. Ahora sólo me queda esperar tu mail o tu llamada para que empecemos a realizar ese proceso que te llevará a una vida más plena y feliz. Y también mucho más creativa y con sentido para ti. Además del gran beneficio económico que lograrás en el tiempo.

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