Coronavirus Covid19. Gestión psicológica en el confinamiento.

Gestión adecuada del confinamiento por Coronavirus Covid19.

Debido a la actual alerta sanitaria generada por el COVID-19, se están generando situaciones de malestar, miedo y gran preocupación entre la población. Aunque éstas emociones son básicas y adaptativas, ya que nos ayudan a mantenernos alertas y luchar por nuestra supervivencia, desde la Clínica de psicología y sexología Pérez-Vieco queremos ayudaros a gestionarlas adecuadamente. Queremos ofrecerte una serie de recomendaciones y explicaciones útiles y detalladas sobre esta situación, con el objetivo de contribuir a que puedas retomar el control sobre tu vida y manejarte de forma eficaz ante esta crisis.

Comprende la situación.

La situación a la que nos enfrentamos es tan insólita que puede ser difícil de comprender e integrar en un principio. Hay que entender que la cuarentena no consiste en un castigo, sino en una medida cautelar temporal, aceptando que salir lo menos posible de casa es la mejor opción. Actualmente aún no tenemos un conocimiento exacto del pronóstico de la situación derivada por el COVID-19, pero extremar las precauciones para evitar su propagación es la única medida segura actual que podemos realizar para ayudar a combatirlo.

Comprender la realidad no implica tener que alarmarse por ella, sino asegurarse que se tiene toda la información necesaria y saber cómo actuar ante cada situación.

Debemos intentar asumir la realidad, entendiendo que esta medida es provisional y que exponernos ante una situación desconocida sobre la cual no tenemos control alguno, genera en nosotros unas emociones intensas y contradictorias, ya que nos encontramos en una pausa impuesta donde no sabemos muy bien cómo responder.

Sentir todas estas emociones (tristeza, la rabia, la incertidumbre, el miedo, etc.) es normal y adaptativo, pero hay que intentar mantener la mayor calma posible. Está bien sentir estas emociones y desahogarte, pero no debemos quedarnos anclados a este malestar. La flexibilidad y la aceptación nos ayudarán a que poco a poco nos adaptemos y sobrellevemos la situación cada uno de la mejor manera con sus propios recursos.

Actúa con responsabilidad.

Es muy importante que entendamos la importancia real que tiene el confinamiento en nuestros hogares. A nivel individual, es la forma más eficaz que tenemos de evitar la propagación de este virus, además de prevenir infectarnos, ayudamos de forma indirecta a no saturar el sistema de salud, dejando así los recursos para quién más lo necesite.

Comprender que permanecer en casa y cumplir con las recomendaciones siempre que sea posible es imprescindible, ya que es nuestra principal responsabilidad.

propagacion del coronavirus por clinica perez vieco psicologa de valencia

Planifícate.

Pasados unos días, cuándo ya nos hayamos dado tiempo y espacio para comprender esta nueva realidad puntual, es cuando podemos empezar a organizar nuestro hogar. Con la cuarentena, la vida y la convivencia se modifican de manera sustancial. Para quienes viven con otras personas (y más aún con menores) es importante consensuar ciertas normas, horarios y planes, además de comprender las necesidades específicas de los demás y respetar espacios y tiempos particulares.

Piensa en cómo vas a planificar los días, las actividades con las que llenarás las horas y como organizarse conjuntamente con la gente que te rodea. Algunas posibles ideas para ello es ayudarse de un planificador, cronograma o gráfico al alcance de todos, donde se diferencien los espacios (ocio, trabajo, descanso…) y los tiempos para cada actividad; debatir ideas y planes de cosas para hacer en casa, buscar en Internet formas o juegos para entretenerse, etc.

Establecer una rutina diaria, alternando las tareas y los horarios cotidianos que seguíamos antes: trabajo, alimentación, responsabilidad, ejercicio, ocio, social, autocuidado, doméstico, sueño, etc. No olvidemos que seguir los hábitos y rutinas nos ayudarán a gestionar y sobrellevar mejor el tiempo que estemos en casa. Esta planificación será positiva para tu higiene mental y ayudará a crear un ambiente lo más normalizado posible.

Información oficial y en su justa medida.

Estar informado es importante, saber cómo están transcurriendo los acontecimientos, actualizarnos diariamente de las nuevas medidas cautelares y de aquello que nos pueda ser útil para entender y actuar es fundamental. Ten cuidado con las noticias e informaciones que corren por las redes sociales y que no estén contrastadas, ya que pueden no ser ciertas o estar distorsionadas, y a su vez evita ser tú quien las propague.

Infórmate de forma adecuada recurriendo a fuentes oficiales como el Ministerio de Sanidad y la Consellería de Salud, a través de las noticias en televisión o en Internet dos o tres veces al día. No hay ninguna necesidad de que estés continuamente buscando noticias, ya que eso solo te generará estrés, nerviosismo, malestar, alarma y miedo.

Informarte es imprescindible como ya hemos dicho, por lo que busca la información de calidad y oficial, evitando la sobreinformación. Además no olvidemos informar a los más pequeños y pequeñas de modo claro y sencillo y con mensajes constructivos, porque también tienen derecho a entender que es lo que está ocurriendo y como pueden colaborar. Ayúdales a sentirse seguros/as y protegidos/as, pero también útiles.

Mantén y adapta las relaciones sociales.

Tanto para las personas acostumbradas a tener mucha interacción como las que no, el contacto con otras personas es fundamental para nuestro bienestar mental y emocional. Dado que el contacto físico ahora es más limitado, podemos aprovechar las nuevas tecnologías para mantenerlo con los amigos y familiares (llamadas, videollamadas, redes sociales…).

La cuarentena es buen momento para fortalecer o recuperar relaciones familiares o de pareja, así rescatar viejas costumbres/hobbies o crear otras nuevas, intentando propiciar un buen ambiente en casa. Recuerda que estar confinado no significa estar aislado.

El simple hecho de comunicarnos y mostrar afecto en la forma que sea con nuestros seres queridos tiene un gran impacto en nuestro sistema, ya que nuestro cerebro empieza a producir endorfinas, que funcionan de forma similar a los opiáceos (morfina, opio, etc.) pero sin sus efectos perjudiciales, actuando como un potente analgésico, que además estimula nuestros centros del placer, ayudando a crear situaciones satisfactorias que contribuyen a sentirnos mejor. Si tenemos la oportunidad de coincidir físicamente con nuestra familia o amigos debemos saber que (siempre que sea posible) los besos, los abrazos, las caricias y las relaciones sexuales favorecen la liberación de estas sustancias.

La evidencia científica corrobora que nuestros vínculos con los demás pueden tener efectos beneficiosos en nuestra salud, propiciando indirectamente el fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico, relacionándose con una vida más larga. Por el contrario, el aislamiento, la soledad y la escasa interacción social se relacionan con mayores problemas de salud, estrés, ansiedad, depresión y menos beneficios biológicos.

Ejercicio físico, una pieza clave.

Además de la mejor forma de combatir el sedentarismo ocasionado por este período de aislamiento, la actividad física es un factor importante para el bienestar psicológico.

El deporte promueve beneficios físicos como la prevención de patologías, la activación del sistema inmunológico y la liberación de ciertos neurotransmisores que nos generan sensación de relajación y bienestar. Al movernos obtenemos además beneficios psíquicos (aumento de nuestra autoestima, autoconfianza, memoria, concentración, buen funcionamiento cerebral, regulación emocional, etc.) así como la prevención de estados depresivos, ansiosos y trastornos del sueño.rutinas deportivas por psicologos valencia

Por deporte entendemos cualquier tipo de actividad física adaptada a las condiciones individuales de cada persona, desde estiramientos básicos, yoga, pilates, ejercicios aeróbicos, hasta clases y tutoriales de gimnasia. En la red podremos encontrar una gran y variada oferta de actividades que podemos realizar en casa. Dedicando un tiempo para ejercitarnos nos sentiremos más satisfechos con nosotros mismos y nuestro humor mejorará.

Exteriorizar y gestionar sentimientos.

El confinamiento en casa y la convivencia prolongada con los demás es un espacio facilitador de roces, riñas, malas palabras y emociones negativas, que pueden llegar a generar un ambiente dañino. Es el momento para no sólo prestar atención a uno mismo, sino a los demás. Los propios sentimientos y pensamientos son importantes, pero también lo son el modo en que se expresan. Para aportar nuestro granito de arena en tener una convivencia pacífica y agradable, es importante propiciar una buena comunicación, para ello, podemos tener en cuenta las siguientes indicaciones:

  • Evitar conversaciones conflictivas que generen discusiones.
  • No focalizar nuestra atención en los aspectos negativos y catastróficos de la situación.
  • Evitar los reproches. Para ello es importante responsabilizarnos de aquello que nos corresponde e intentar comunicar de forma asertiva y constructiva nuestras quejas.
  • Expresa de la mejor forma aquello que te molesta, preocupa o disgusta. Deja que las personas de tu alrededor te escuchen y te ayuden.
  • Intenta no anteponer siempre tus necesidades. Este período puede servirnos para practicar la empatía y la solidaridad poniéndonos en la piel de las personas que nos rodean. Cuánto más nos preocupemos por los demás, más se preocuparán por nosotros.
  • Cede el control y practica la flexibilidad. El confinamiento pone a prueba nuestra tolerancia a la frustración, por lo que es un buen momento para dejarnos llevar y no priorizar siempre nuestros deseos, adaptándonos así a las circunstancias que son incontrolables.
  • Céntrate en pensamientos constructivos y positivos, recordando los momentos donde fuiste capaz de afrontar situaciones difíciles y qué estrategias utilizaste para superarlas. No centres todas tus conversaciones en el Covid-19, trata de hablar de otros temas.
  • Utiliza el humor, ya que es gran aliado estos días. Con el humor somos capaces de tomar cierta distancia de la realidad, darle otra forma, nos ayuda a sentirnos más relajados y los problemas pierden un poco de densidad y peso. No te sientas mal por ello aunque la situación que vivimos no sea positiva, está bien ser capaces de encontrar en ella pequeños atisbos de alegría, que es la enemiga del miedo. Ten en cuenta que cuando sonríes “engañas” a tu cerebro diciéndole que todo va bien.

Se compasivo contigo mismo.

Es posible que el aislamiento (el no poder ir a trabajar, el sentir que no tienes nada que hacer, etc.) te produzca sentimientos de culpabilidad. Es importante tener en cuenta que pocas veces se te dará otra ocasión como esta en la vida, por lo que aprender a relajarnos, a disfrutar del tiempo, a dejar pasar las horas, respirar y meditar es también una asignatura pendiente. Obsesionarte por todo lo que deberías estar haciendo y no haces no te conduce a ninguna solución, sólo al malestar. Acepta que no todos los días serán igual de productivos y que no hay porqué ser siempre un individuo eficaz y eficiente. Practica la autocompasión, se indulgente contigo mismo, trátate como tratarías a tu mejor amigo si no estuviese pasando por su mejor momento.

Cuídate.

Cuídate de muchas formas. Dentro de las posibilidades que tengas en tu hogar, busca qué cosas o de qué forma puedes darte pequeños caprichos o premios. Puede ser algo tan simple como dedicarte 1 hora al día a ti misma/o en soledad o en compañía, darte un baño relajante, asearte, peinarte, dibujar, cantar, bailar, ver una película o serie que te encante, prepararte y disfrutar a gusto de tu comida favorita, cualquier cosa que te dé placer. Mímate mucho a ti y a los tuyos, porque lo que devenga no lo podemos saber, pero mientras hay que tener en cuenta que seguimos existiendo, y tanto ahora como cuando esto termine, debemos trabajar por ser la mejor de nuestras versiones.

Solicita ayuda si la necesitas

Ponte en contacto con amigos, familiares o profesionales de la salud mental en cualquier momento que consideres. Existen multitud de opciones, busca asesoramiento en profesionales y/o servicios públicos o privados, pero siempre siéntete libre de pedir ayuda cuando la necesites.

Noa Toledo Pardo
Psicóloga General Sanitaria.
Sexóloga Clínica y Terapeuta de pareja (CV14961).

Problemas y Trastornos de ansiedad por psicólogos valencia.

Trastornos de ansiedad.

Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos (ataques de pánico).

Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo. Con el propósito de prevenir estos sentimientos, puede suceder que evites ciertos lugares o situaciones. Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta.

Algunos ejemplos del trastorno de ansiedad son: trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad social (fobia social), fobias específicas y trastorno de ansiedad por separación. Puedes tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad surge de una enfermedad que requiere tratamiento.

Cualquiera sea el tipo de ansiedad que padezcas, un tratamiento puede ayudar.

Síntomas de un trastorno de ansiedad

Los signos y síntomas de la ansiedad más comunes incluyen los siguientes:

  • Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
  • Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
  • Aumento del ritmo cardíaco
  • Respiración acelerada (hiperventilación)
  • Sudoración
  • Temblores
  • Sensación de debilidad o cansancio
  • Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual
  • Tener problemas para conciliar el sueño
  • Padecer problemas gastrointestinales
  • Tener dificultades para controlar las preocupaciones
  • Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad:

  • La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad en el que temes a lugares y situaciones que pueden causarte pánico o hacerte sentir atrapado, indefenso o avergonzado y a menudo intentas evitarlos.problemas de ansiedad vomitos y nauseas psicologos valencia
  • El trastorno de ansiedad debido a una enfermedad incluye síntomas de ansiedad o pánico intensos que son directamente causados por un problema de salud físico.
  • El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por una ansiedad y una preocupación persistentes y excesivas por actividades o eventos, incluso asuntos comunes de rutina. La preocupación es desproporcionada con respecto a la situación actual, es difícil de controlar y afecta la forma en que te sientes físicamente. A menudo sucede junto con otros trastornos de ansiedad o con la depresión.
  • El trastorno de pánico implica episodios repetidos de sensaciones repentinas de ansiedad y miedo o terror intensos que alcanzan un nivel máximo en minutos (ataques de pánico). Puedes tener sensaciones de una catástrofe inminente, dificultad para respirar, dolor en el pecho o latidos rápidos, fuertes o como aleteos (palpitaciones cardíacas). Estos ataques de pánico pueden provocar que a la persona le preocupe que sucedan de nuevo o que evite situaciones en las que han sucedido.
  • El mutismo selectivo es una incapacidad constante que tienen los niños para hablar en ciertas situaciones, como en la escuela, incluso cuando pueden hablar en otras situaciones, como en el hogar con miembros cercanos de la familia. Esto puede afectar el desempeño en la escuela, el trabajo o en la sociedad.
  • El trastorno de ansiedad por separación es un trastorno de la niñez que se caracteriza por una ansiedad que es excesiva para el nivel de desarrollo del niño y que se relaciona con la separación de los padres u otras personas que cumplen una función paternal.
  • El trastorno de ansiedad social (fobia social) implica altos niveles de ansiedad, miedo o rechazo a situaciones sociales debido a sentimientos de vergüenza, inseguridad y preocupación por ser juzgado o percibido de manera negativa por otras personas.
  • Las fobias específicas se caracterizan por una notable ansiedad cuando la persona se ve expuesta a un objeto o situación específicos, y un deseo por evitarlos. En algunas personas, las fobias provocan ataques de pánico.
  • El trastorno de ansiedad inducido por sustancias se caracteriza por síntomas de ansiedad o pánico intensos que son el resultado directo del uso indebido de drogas, como tomar medicamentos, estar expuesto a una sustancia tóxica o tener abstinencia a causa de las drogas.
  • Otro trastorno de ansiedad específico y no específico es un término para la ansiedad y las fobias que no cumplen con los criterios exactos para algún otro trastorno de ansiedad pero que son lo suficientemente relevantes para ser alarmantes y perturbadores.

Cuándo consultar al psicólogo o médico

Consulta con el psicólogo o tu médico de cabecera en los siguientes casos:

  • Sientes que te estás preocupando demasiado y que esto interfiere en tu trabajo, tus relaciones y otros aspectos de tu vida
  • Tu miedo, tu preocupación o tu ansiedad te causan malestar y te resulta difícil controlarlos
  • Te sientes deprimido, tienes problemas con el consumo de alcohol o drogas, o tienes otros problemas de salud mental junto con ansiedad
  • Piensas que tu ansiedad podría estar vinculada a un problema de salud física
  • Tienes pensamientos o conductas suicidas (de ser así, procura tratamiento de urgencia inmediatamente)

Es posible que tus preocupaciones no se vayan por sí solas y que empeoren con el paso del tiempo si no procuras ayuda. Visita a un profesional de salud mental o tu médico antes de que tu ansiedad empeore. Es más fácil tratarla si obtienes ayuda pronto. Puedes hacerlo ahora a través de nuestro Whatsapp, verás el icono en tu parte inferior derecha.

Causas de un trastorno de ansiedad

No está del todo claro cuáles son las causas de los trastornos de ansiedad. Ciertas experiencias de vida, como acontecimientos traumáticos, parecen provocar los trastornos de ansiedad en personas que ya son propensas a la ansiedad. Los rasgos heredados también pueden ser un factor.

Causas médicas

Para algunas personas, la ansiedad puede estar relacionada con un problema de salud oculto. En algunos casos, los signos y síntomas de ansiedad son los primeros indicadores de una enfermedad. Si el médico sospecha que la ansiedad que tienes puede tener una causa médica, quizás te indique análisis para buscar los signos del problema.

Algunos ejemplos de problemas médicos que pueden estar relacionados con la ansiedad incluyen los siguientes:

  • Enfermedad cardíaca
  • Diabetes
  • Problemas de tiroides, como el hipertiroidismo
  • Trastornos respiratorios, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma
  • Uso inadecuado de sustancias o abstinencia
  • Abstinencia del alcohol, de medicamentos contra la ansiedad (benzodiazepinas) o de otros medicamentos
  • Dolor crónico o síndrome de intestino irritable
  • Tumores poco frecuentes que producen hormonas de reacción de “luchar o huir”

En ocasiones, la ansiedad puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos.tratamiento del TOC por psicologos valencia

Es posible que la ansiedad que te aqueja esté causada por una enfermedad oculta en los siguientes casos:

  • Si no tienes parientes consanguíneos (como padres o hermanos) que tengan trastornos de ansiedad
  • Si no tuviste un trastorno de ansiedad en la infancia
  • Si no evitas ciertas cosas o situaciones a causa de la ansiedad
  • Si la ansiedad se presenta de forma repentina sin estar relacionada con los eventos de la vida o si no tienes antecedentes de ansiedad

Factores de riesgo

Los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad:

  • Trauma. Los niños que soportaron maltratos o traumas o que presenciaron eventos traumáticos tienen mayor riesgo de manifestar un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas. Los adultos que atraviesan un evento traumático también pueden manifestar trastornos de ansiedad.
  • Estrés debido a una enfermedad. Tener un problema de salud o una enfermedad grave puede causar gran preocupación acerca de cuestiones como el tratamiento y el futuro.
  • Acumulación de estrés. Un evento importante o una acumulación de situaciones estresantes más pequeñas de la vida pueden provocar ansiedad excesiva, por ejemplo, la muerte de algún familiar, estrés en el trabajo o preocupaciones continuas por la situación financiera.
  • Personalidad. Las personas con determinados tipos de personalidad son más propensas a sufrir trastornos de ansiedad que otras personas.
  • Otros trastornos mentales. Las personas que padecen otros trastornos mentales, como depresión, a menudo también padecen un trastorno de ansiedad.
  • Tener familiares consanguíneos que padecen un trastorno de ansiedad. Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios.
  • Drogas o alcohol. El consumo o el uso indebido o la abstinencia de drogas o alcohol pueden provocar o empeorar la ansiedad.

Complicaciones

El trastorno de ansiedad no implica solamente estar preocupado. También puede ocasionar, o empeorar, otros trastornos mentales y físicos, como los siguientes:

  • Depresión (que a menudo se produce junto con un trastorno de ansiedad) u otros trastornos de salud mental
  • Abuso de sustancias
  • Problemas para dormir (insomnio)
  • Problemas digestivos o intestinales
  • Dolor de cabeza y dolor crónico
  • Aislamiento social
  • Problemas en la escuela o el trabajo
  • Mala calidad de vida
  • Suicidio

Prevención

No es posible prever con certeza qué causa que una persona presente un trastorno de ansiedad, pero puedes tomar medidas para reducir el impacto de los síntomas si te sientes ansioso:

  • Pide ayuda enseguida. La ansiedad, como muchos otros trastornos mentales, puede ser más difícil de tratar si te demoras.
  • Mantente activo. Participa en actividades que disfrutes y que te hagan sentir bien contigo mismo. Disfruta la interacción social y tus afectos, que pueden aliviar tus preocupaciones.
  • Evita el consumo de alcohol o drogas. El consumo de alcohol y drogas puede provocar ansiedad o empeorarla. Si eres adicto a cualquiera de estas sustancias, la idea de dejar de consumir puede hacerte sentir ansioso. Si no puedes dejar de consumir por tu cuenta, consulta con tu médico o busca un grupo de apoyo para que te ayuden.

Crecimiento Personal

Qué es el crecimiento personal

El Crecimiento Personal es el área de la Psicología que se enfoca en ayudarnos a encontrar y desarrollar nuestras fortalezas, para ser la mejor versión de nosotros mismos. Nos ayuda a deshacernos de las limitaciones psicológicas que nos atan y nos permite alcanzar nuestro máximo potencial, la mejor versión de nosotros mismos

Todos podemos desarrollar nuestras habilidades, capacidades y competencias para superar nuestras limitaciones, ampliar nuestro horizonte y mejorar nuestro bienestar. Sin embargo, en algunas ocasiones nuestros hábitos, patrones de comportamiento y/o creencias irracionales se convierten en una barrera para nuestro desarrollo e incluso llegan a causar malestar.curso de crecimiento personal por psicologos en valencia

Cambios a través del crecimiento personal.

Cuando llegamos a este punto, toca cambiar y conectar de nuevo con nuestra propia identidad, examinar cómo está nuestro mundo interior y exterior y cómo nos relacionamos con las personas que nos rodean. Toca pasar a la acción y transformarse. De esta manera, podemos recuperar nuestro bienestar y nuestro nivel de autosatisfacción.

Esta transformación comienza en nosotros mismos, porque el cambio es un proceso individual y personal, y nadie puede cambiarnos si nosotros no queremos cambiar. Transformar nuestra vida requiere autorreflexión, ser conscientes de nuestra propia capacidad para lograr nuestras metas y conseguir cambios positivos y duraderos; y exige compromiso, tiempo, energía y estrategias claras y realistas.

Mejora de la conciencia de uno mismo

El crecimiento personal hace referencia a una serie de actividades que ayudan a mejorar la conciencia de uno mismo y descubrir la propia identidad, con el fin de impulsar el desarrollo de los propios potenciales y las habilidades personales y relacionales.

El objetivo es mejorar la calidad de vida y contribuir a la realización de sueños y aspiraciones individuales.taller programa de crecimiento personal en psicologos valencia

Crecer como persona es un proceso que dura toda la vida. Por desgracia, no siempre tomamos el camino apropiado y podemos encontrarnos en una situación en la que nos sentimos lejos de nuestra propia esencia y vivimos en piloto automático, distanciados de nuestros sueños, nuestras aspiraciones y nuestras necesidades. En esta sociedad que va tan rápida, es fácil dejar de ser protagonistas de nuestra vida y perder de vista nuestros deseos más personales.

Capacidad de aprender de nosotros mismos

El crecimiento personal es  la capacidad que tenemos las personas para aprender de nosotras mismas, dejando nuestra puerta abierta a nuevas experiencias aunque resulten un desafío; hace referencia al desarrollo humano.

Con ello, si poseemos un buen crecimiento personal, nos sentiremos en continuo aprendizaje, siendo capaces de aprender de aquello que vamos recibiendo y sabiendo que tenemos los recursos para ir mejorando y salir fortalecidos de las distintas situaciones.

Principios del Crecimiento Personal

Durante mucho tiempo la Psicología, al igual que la Medicina y la Psiquiatría, se centró en los defectos, problemas y trastornos, asumiendo una perspectiva limitada del desarrollo humano. A inicios del siglo XX todo comenzó a cambiar de la mano de Alfred Adler y Carl Jung.

Adler, un reconocido psicoterapeuta vienés, se negó a limitar la Psicología al análisis de los problemas y traumas del pasado, por lo que comenzó a mirar hacia el futuro, centrándose en las aspiraciones y potencialidades de las personas que acudían a su consulta en busca de ayuda.

Prefería hablar en términos de estilo vital, un concepto equivalente a lo que hoy conocemos como estilo de vida, para referirse a la forma en que gestionamos los problemas, nuestra manera de afrontar la vida y la imagen que nos hemos formado de nosotros mismos.

Carl Gustav Jung también enriqueció el Crecimiento Personal con su concepto de individuación. El creador de la Psicología Analítica entendía que el yo individual se desarrollaba a partir de un inconsciente indiferenciado a través de un proceso psíquico en el cual se integran los elementos innatos de la personalidad y los componentes de la psique inmadura con las experiencias de la vida.

Desde entonces, el campo del Crecimiento Personal ha seguido enriqueciéndose, sobre todo gracias a la Psicología Humanista, que puso en el centro a la persona y su deseo de autorrealización.terapia de crecimiento personal, taller en valencia

A finales de la década de 1990, Martin Seligman, profesor de Psicología de la Universidad de Pensilvania, propuso cambiar radicalmente el foco de la patología a la salud emocional, por lo que sus investigaciones contribuyeron al desarrolló un nuevo campo: la Psicología Positiva, cuyo objetivo es identificar y promover patrones de pensamiento y afrontamiento positivos y saludables que empoderen a la persona y le permitan desarrollar al máximo sus potencialidades.

Programa de Crecimiento Personal

Un programa de Crecimiento Personal es un conjunto de propuestas basadas en estudios científicos realizados en el ámbito de la Psicología positiva y el coaching, que tiene como objetivo estimular nuestras potencialidades para que podamos alcanzar nuestras metas y mejoremos nuestro bienestar.

A diferencia de la psicoterapia, que normalmente se centra en solucionar problemas específicos cuando se produce un trastorno o se rompe el equilibrio psicológico, en el Crecimiento Personal se trabaja para lograr que pensemos, actuemos y sintamos de manera más plena y saludable.

Principios del crecimiento Personal.

Las personas que se involucran activamente en un proceso de Crecimiento Personal no solo reportan una mayor satisfacción en sus vidas sino que además mantienen relaciones interpersonales más asertivas, logran una mayor autonomía y tienen propósitos vitales bien estructurados.

Sin embargo, el Crecimiento Personal no se produce de un día a otro, es el resultado de un proceso de aprendizaje que nos permite avanzar paso a paso para lograr la mejor versión de nosotros mismos. Los cambios en el comportamiento deben estar respaldados por una transformación interior más profunda a nivel de personalidad, lo cual significa que hay un esfuerzo consciente por mejorar cada día.

De hecho, las investigaciones realizadas en el área del Crecimiento Personal han determinado que existen algunas características básicas en las cuales debemos trabajar para lograr un cambio positivo y permanente:

  1. El compromiso con el desarrollo
  2. La apertura a las nuevas experiencias
  3. La perseverancia para alcanzar nuestro potencial.

Por eso, es importante comprender que el Crecimiento Personal se basa en tres principios fundamentales. A saber:

  • Integral. Somos una unidad, lo cual significa que aunque nos enfoquemos en desarrollar solo ciertas competencias o activar patrones de pensamiento más funcionales, estos cambios repercutirán favorablemente en otras esferas de nuestra personalidad y vida cotidiana.
  • Progresivo. El Crecimiento personal implica un nivel de desarrollo gradual, a través del cual iremos atravesando por diferentes fases que nos permiten ganar en autoconocimiento y autocontrol. Sin embargo, no se debe entender como un proceso lineal, es necesario estar preparados para los retrocesos, que forman parte del propio desarrollo.
  • Continuo. El Crecimiento Personal no termina nunca porque cambiamos continuamente, por lo que siempre podemos seguir desarrollando las habilidades y competencias que nos permitan ampliar nuestra zona de confort, afrontar los nuevos retos y mejorar nuestro bienestar psicológico.

Programa de crecimiento personal

  • A través de nuestro programa de crecimiento personal te guiaremos en el proceso de autoconocimiento y  te ayudaremos a determinar qué objetivos quieres conseguir en tu vida. Además, te  acompañaremos a lo largo del camino, brindándote las herramientas psicológicas que necesitas para sacarle el máximo partido a tus habilidades y desarrollar nuevas competencias en diferentes ámbitos de tu vida. Por supuesto, dado que cada persona es diferente y tiene objetivos distintos, el camino a recorrer es completamente personal.
  • talleres de crecimiento personal en valencia

Como controlar la ira y la agresividad

Control de la ira y agresividad.

La ira es una reacción emocional lógica ante situaciones que se perciben como una injusticia o ante algo que se interpone en la consecución de objetivos personales. Desde esta perspectiva, como cualquier emoción, no sólo es útil, sino también necesaria, pues supone una voz de alarma que resulta en una reacción impulsiva de contraposición a algo que se considera como una agresión, reduce el miedo a la misma y genera la energía necesaria para actuar. Sin embargo, la irascibilidad puede ser también un síntoma propio de estados de ansiedad, agotamiento, depresión, trastornos de la conducta o incluso de fases avanzadas de demencia.

La ira es una emoción y como todas las emociones debería servirnos para adaptarnos a las diferentes situaciones, sobre todo aquellas que requieren de una respuesta de afrontamiento para su resolución. Experimentar una reacción de ira adaptativa nos defiende y nos pone a salvo de un peligro o agresión de nuestro entorno o medio ambiente. Pero cuando no se controla, deja de ser adaptativa y puede generar un daño absolutamente innecesario a los demás e incluso a nosotros mismos.

Lo que provoca la pérdida del control sobre la agresividad no es tanto lo que sucede en sí, sino la forma en que interpretamos acerca de lo que sucede. Esta interpretación errónea de la situación básicamente genera una sensación de «amenaza» que produce una activación (física y cognitiva) cuya «salida»  o defensa errónea frente a dicha amenaza puede ser una reacción de ira o agresividad. Las consecuencias suelen ser:

  • Producir daño a terceras  personas, incluso a las que queremos.
  • Incurrir en un riesgo para nuestra integridad física: también otras personas nos pueden responder de forma agresiva o violenta.
  • Utilización de la ira con mayor frecuencia, aumentando el descontrol y la violencia (refuerzo de estas conductas inadecuadas).
  • Desarrollo de otros problemas psicológicos y físicos como pueden ser depresiones, sentimientos de culpabilidad, baja autoestima, problemas cardíacos, de tensión arterial, digestivos, etc.

Tratamiento personalizado por psicólogo en Valencia.

PROGRAMAS PERSONALIZADOS

Se pretende construir y generar un programa que favorezca la reestructuración cognitiva en la persona que tiene identificado este problema, logrando como consecuencia el uso de estrategias adecuadas para controlar la ira  y controlar para sustituirlas por otras más adecuadas, las conductas agresivas dentro de  lo que es la vida diaria. Con este programa se consigue:

  • Mejorar el conocimiento sobre las emociones y en concreto sobre la ira para facilitar la comprensión del problema.
  • Conocer la naturaleza de la agresividad así como el ciclo que caracteriza su presencia en las relaciones humanas.
  • Dotar a la persona de técnicas de relajación para controlar la activación fisiológica y emocional asociada a la experiencia de ira.
  • Proporcionar estrategias externas y de control de pensamiento para reducir los estímulos y situaciones que actúan como desencadenantes.
  • Modificar los pensamientos y actitudes disfuncionales asociados a la ira para desarrollar un patrón de pensamiento alternativo y funcional que permita poner en marcha conductas más adaptativas y la vivencia de emociones más ajustadas.
  • Aprender formas de comunicación asertiva de cara a sustituir la agresividad como forma de lograr objetivos.
  • Desarrollar un plan de prevención de situaciones futuras difíciles o conflictivas.

Estrategias para controlar la ira que aprenderás en el tratamiento

  • Ira acumulada: callarse y tragarse las emociones ante situaciones de injusticia o de agresiones emocionales externas lleva, antes o después, a un estallido de gran violencia verbal o física.
  • Nada es cuestión de perder o ganar: en numerosas ocasiones la ira es una reacción a la frustración por no haber conseguido los objetivos que uno se plantea o que los acontecimientos no se desarrollen como uno quiere. La empatía es un arma idónea para evitar plantear las relaciones humanas como una cuestión de ganar o perder. De hecho, la baja tolerancia a la frustración es generalmente la antesala de un episodio de ira.
  • Pensar en las causas y consecuencias de un episodio de ira: es importante analizar si esta reacción emocional se ha producido realmente por causas justificadas. En muchas ocasiones no es así, como sucede, por ejemplo, cuando se está al volante de un automóvil y se profieren gritos e insultos ante la manera de conducir de otros que interfieren la marcha. Meditar sobre el hecho de porqué se ha reaccionado de esta manera ayudará en el futuro a controlar estos estallidos.
  • El descanso es importante: el agotamiento, físico o mental, favorece las reacciones airadas y los impulsos de irascibilidad (saltar a la mínima, como reza la expresión popular). Es necesario asegurarse el descanso necesario, tanto en lo que respecta a las horas que se duerme como a la calidad del sueño.
    También hay que saber parar en momentos determinados del día. Es estrés es un facilitador de la ira. Las pausas en el trabajo para el café o la comida cumplen con esta finalidad.
  • Aprender a relajarse: la relajación es una de las mejores formas de prevenir los estallidos de ira y hay diferentes modos de hacerlo. Uno de ellos es la práctica habitual de ejercicio físico, especialmente cuando éste es intenso y se realiza en compañía: ayuda a desterrar de la mente los temas que causan la irritabilidad y después a verlos con otra perspectiva. El yoga, el Tai-Chi o un simple baño de agua caliente son otros modos de lograr un estado de relajación. En momentos puntuales, en los que se detecta que se puede tener una reacción irascible, respirar profundamente y de forma pausada durante unos instantes ayuda mucho para evitar un posible estallido.
  • Evitar situaciones y personas que se sabe pueden resultar irritantes: la mayoría de las personas son conscientes de que hay situaciones, otras personas o una combinación de ambas cosas que les resultan irritantes. Si es así, lo mejor es evitarlas o retirarse a tiempo antes de llegar al enfrentamiento y un arranque de ira.
  • La ayuda del psicólogosi a pesar de todo las reacciones emocionales de ira siguen dándose de manera frecuente sin ser capaces de controlarlas, es aconsejable buscar la ayuda de un psicólogo, antes de que las personas del entorno habitual empiecen a alejarse de uno. La terapia puede ayudar a cambiar actitudes que contribuyen a exagerar o magnificar hasta el dramatismo episodios que carecen de importancia real y a llevar a cabo una reestructuración cognitiva que permita gestionar adecuadamente la ira.

Contacta con Sergio Pérez, tu psicólogo en Valencia.

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