Qué es la psiconutrición

En los últimos años, estamos asistiendo al auge en el uso y divulgación de la psiconutrición, un término que combina la unión o interrelación entre dos disciplinas: la nutrición, por un lado, y la psicología, por otro.

Las emociones que influyen en nuestro comportamiento alimentario como la ansiedad o el estrés, las dificultades psicológicas o comorbilidades que pueden existir a la hora de aplicar y elegir nuestra propia alimentación y las posibilidades que envuelven al tratamiento del sobrepeso y la obesidad son claros ejemplos de esta vinculación entre estos dos ámbitos que define la psiconutrición.

¿En que se basa la psiconutrición?

El término psiconutrición acuña a dos bases fundamentales:

  • Factores relacionados con la nutrición y la alimentación: hábitos dietéticos, patrones de alimentación, tipos de regímenes, tratamientos y terapias nutricionales, etc.
  • Factores psicológicos y emocionales relacionados con procesos de la nutrición: procesos psicológicos y variables implicados en la alimentación y en otros hábitos, existencia de trastornos como la ansiedad o la depresión o trastornos de la conducta alimentaria, aparición de la alimentación emocional, etc…

A su vez, la nutrición y la psicología ejercen una clara influencia en el estilo de vida, y aquí podemos añadir otros elementos que están implicados como: el buen descanso, la prevención del estrés crónico, el mantenimiento de la actividad física y la existencia de patologías médicas.

El abordaje de todos estos factores bajo la visión de unión de la psiconutrición supone mayor garantía de éxito que el tratamiento individualizado e independiente de cada uno de ellos. Este enfoque responde a la visión holística de salud, la cual refleja la importancia de tratar al ser humano como un conjunto de dimensiones tanto físicas, como mentales, emocionales y sociales.

Profesionales capacitados

En la actualidad, la psiconutrición no cuenta con una formación académica especifica de tipo universitario, debidamente reglada y oficializada.

Con esta definición detallada es fácil deducir que, si las bases principales de la psiconutrición se construyen en torno a la psicología y a la nutrición, los únicos profesionales debidamente cualificados para llevar a cabo su correcta aplicación son tanto dietistas-nutricionistas como psicólogos. Es por ello que destacaremos dos posibilidades de la aplicación de la psiconutrición:

  • Un profesional con doble perfil académico y formativo: en posesión de la doble titulación de Nutrición humana y dietética y a su vez de Psicología.
  • Dos profesionales unidos: un profesional de la Nutrición y un profesional de la Psicología que trabajan de forma conjunta.

De un modo u otro, cabe remarcar que el propio concepto de la psiconutrición ya implica de forma intrínseca un trabajo de forma interdisciplinar, ya sea uniendo a profesionales especializados en los dos ámbitos (nutrición y psicología) o bien a otros profesionales relacionados como preparadores físicos, médicos especialistas, etc…psicologos valencia nutrición

Las funciones del psiconutricionista

Algunas de las funciones que ejerce el psicólogo especialista en este ámbito son:

  • Aplicar técnicas motivacionales y reforzadoras de la autoestima, la autoconfianza y la falta de seguridad en cuanto al mantenimiento de unos hábitos saludables.
  • Llevar a cabo estrategias en resolución de conflictos internos y en exposición y afrontamiento del marco que nos rodea: patrones de belleza y de alimentación, estereotipos sociales, estigmatizaciones…
  • Gestionar las emociones ligadas a la alimentación.
  • Reestructurar los pensamientos distorsionados relacionados con creencias erróneas entorno a la alimentación.

Las funciones más destacadas del dietista-nutricionista son:

  • Instaurar el mantenimiento de unos hábitos nutricionales saludables.
  • Abordar las adaptaciones necesarias de la dieta habitual, teniendo en cuenta desde costumbres hasta alergias o intolerancias u otras situaciones clínicas relevantes.
  • Ofrecer opciones de elecciones alimentarias adecuadas a cada persona de forma personalizada, garantizando un buen estado nutricional.
  • Cuidar la función placentera que nos ofrecen los alimentos integrando la nutrición y la gastronomía.