A menudo los problemas de erección en el hombre son considerados como un tema que le compete a él de forma exclusiva. Pero nada más lejos de la realidad.
Los problemas de impotencia sexual afecta también a la mujer porque compromete la sexualidad y a las relaciones de la pareja.
Por lo tanto, la pareja debe tomar una actitud activa. ¿Cómo?
1. Habla con él abiertamente, pero sin dramatizar. Intenta que te exprese sus sentimientos.
2. Hazle ver que el problema es de los dos y que juntos lo podéis solucionar.
3. Busca información suficiente para hacerle ver que no es un “bicho raro” y que la disfunción es un trastorno bastante frecuente.
4. Aconséjele que visite al médico y, por supuesto, acompáñalo. Los tratamientos necesitarán de tu colaboración.
5. Se paciente. Si el tratamiento no funciona bien la primera vez, no significa que no vaya a funcionar. Anímate para que puedas animarle a él.

Además, algunos expertos recomiendan recordar a la mujer que los recursos que dará el Especialista en Sexología no conseguirán por sí solos la erección de la pareja, puesto ninguno de ellos funciona sin estimulación sexual.
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Disfunción sexual post-ISRS
La disfunción sexual post-ISRS es una disfunción sexual causada por el uso de “inhibidores selectivos de la recaptura de la serotonina” ISRS.
Es una disfunción sexual de tipo iatrogénica, causado directamente por el uso previo de algún ISRS. Si bien su ocurrencia es poco frecuente, una vez presente puede durar por meses, años, o incluso indefinidamente después de terminado el uso de los ISRS.
Uno o más de los siguientes síntomas persisten o comienzan después de la discontinuación de ISRS.
- anestesia genital.
- Libido disminuida o ausente.
- Impotencia o lubricación vaginal reducida.
- La dificultad para iniciar o mantener una erección o de exitarse.
- Síndrome de excitación sexual persistente a pesar de la ausencia de deseo.
- Orgasmo silenciado, retrasado o ausente anorgasmia.
- Placer reducido o ausente durante el orgasmo (anhedonia eyaculatoria).
- eyaculación prematura
- Sensibilidad de la vagina, clítoris o pene debilitada.
- Respuesta a los estímulos sexuales disminuida o ausente.
- Volumen reducido del semen.
Frecuencia DE LA DISFUNCIÓN SEXUAL POST-ISRS
Es bien sabido que los ISRS pueden causar varios tipos de disfunción sexual. Estudios iniciales encontraron que tales efectos secundarios ocurren en menos del 10% de pacientes, pero esos estudios se basaban en informes espontáneos de los pacientes, por lo que la frecuencia de tales problemas fue subestimada.
En estudios más recientes, los doctores han preguntado específicamente por dificultades sexuales que emergieron con el tratamiento, y encontraron que (más…)
Estrés y Obesidad
La relación que existe entre el estrés y la obesidad es mucho mayor de lo que en un principio nos podríamos imaginar. Generalmente, ante una situación comprometida o estresante el cuerpo aumenta la producción de ACTH (corticotropina) y de cortisol, la cual a su vez propicia una mayor liberación de glucosa por parte del hígado (gluconeogénesis) y de ácidos grasos procedentes del tejido adiposo, de este modo contamos con los suficientes sustratos energéticos para hacer frente a dicha situación; una vez resuelta, los niveles volverían a la normalidad.

Pero cuando la situación estresante es mantenida en el tiempo se propiciaría una serie de alteraciones que podrían llevarnos de cabeza, en primer lugar, al sobrepeso y luego más tarde a la obesidad, la cual, además tiene la capacidad de retroalimentar dicho estado. Efectivamente, ante una situación estresante los niveles de cortisol segregados suelen ser proporcionales a la cantidad de tejido adiposo que se posea, resultando muy difícil salir de esta espiral una vez alcanzado un cierto sobrepeso, como veremos a continuación.
¿cómo puede inducir la obesidad el estrés?
Pero, ¿cómo puede inducir la obesidad el estrés?. Bueno, el estrés hace que se aumenten los niveles de cortisol en sangre, el cual tiene la facultad de inhibir algunas hormonas como la GnRH (Hormona liberadora de gonadotropina) , GH (Hormona del Crecimiento), TRH (hormona liberdadora de Tirotropina) y TSH (tirotropina); esta menor concentración de GH y TSH sugiere una mayor tendencia al sobrepeso, la primera por anulación de la acción lipolítica de dicha hormona; y la reducción de la TSH propiciaría una reducción del metabolismo, además el cortisol también parece deprimir la función de la enzima 5′ deiodinasa que es la encargada de convertir la hormona T4 que es parcialmente activa en la T3, totalmente activa. Pero además de la inhibición parcial de esta serie de hormonas que favorecerían un ambiente adiopogénico, habría otra hormona involucrada en el metabolismo energético que igualmente sería disminuida por el cortisol, (más…)
EL MODELO CÍCLICO DE LA RESPUESTA SEXUAL FEMENINA DE BASSON
Recientemente, Basson et al. definieron el modelo cíclico biopsicosocial de la respuesta sexual femenina en el que hay un feedback entre aspectos físicos, emocionales y cognitivos.
Según este modelo, en las mujeres puede existir un deseo que provoque la búsqueda de una actividad sexual (deseo «espontáneo») o, más frecuentemente, puede darse una postura sexual neutra, una predisposición a realizar una actividad sexual que, si los estímulos son suficientes y adecuados, produce el paso de la neutralidad a la excitación y el deseo (deseo «reactivo»). Si el resultado es positivo, emocional y físicamente, se incrementa la motivación sexual.

La gratificación se consigue por la satisfacción y el placer (sea con orgasmo o sin él), y con otros aspectos subjetivos que no son estrictamente sexuales y que pueden tener mucha importancia, como la comunicación con la pareja, la intimidad emocional, la expresión de afecto, el compartir placer físico, complacer al compañero, la autoestima (sentirse atractiva, femenina, apreciada, amada o deseada), el relax o el bienestar.
Todos estos elementos configuran la predisposición de las mujeres, descrita al principio, a tener posteriores encuentros o actividades sexuales, es decir, son estímulos para pasar de una postura sexual neutra a la excitación y el deseo.
Si el resultado es negativo, como en los casos de dispareunia, disfunción sexual de la pareja, por efecto de medicamentos, etc., se rompe el ciclo y la motivación sexual con la pareja no se incrementa.
Algunas mujeres tienen deseo espontáneamente. El espectro es muy amplio entre ellas y se puede relacionar con el ciclo menstrual, con el pico que hay a mitad del ciclo de testosterona y androstendiona. En general, disminuye con la edad y en cualquier edad aumenta con cada nueva relación.

El hecho de que el desarrollo del acto sexual en las mujeres no siga un modelo lineal que comienza con el deseo sexual es importante a la hora de hablar de la disfunción sexual femenina. Distintos estudios concluyeron que la causa más común entre las mujeres era el escaso deseo sexual pero en muchos de estos casos se desarrollaría deseo durante el acto sexual. (más…)
TEORÍAS SOBRE LA RESPUESTA SEXUAL HUMANA
- La respuesta masculina sigue el modelo sexual lineal con las fases de excitación, meseta, orgasmo y resolución.
- La respuesta femenina sigue un modelo cíclico en el que hay un feedback entre aspectos físicos, emocionales y cognitivos.
- El inicio de la actividad sexual comienza con el deseo en los hombres. En las mujeres hay muchas razones emocionales anteriores al deseo.
- La testosterona es una hormona importante para el interés y la función sexual en el hombre. En la mujer desempeña un papel en la motivación sexual pero la evidencia es inconsistente y a veces contradictoria.
- Hormonas como los estrógenos, la oxitocina, la prolactina y la betaendorfina influyen en la excitación y el acto sexual, pero su papel está aún por aclarar.
El modelo lineal de Masters y Johnson.
A lo largo de los últimos años han aparecido diferentes modelos para definir la respuesta sexual humana. A principios de la década de 1950, Masters y Johnson, tras estudiar la fisiología y psicología sexual humana, desarrollaron el modelo sexual lineal tanto para hombres como para mujeres, con estadios secuenciales de excitación, meseta, orgasmo y resolución.

La fase de excitación puede durar de varios minutos a varias horas. En ella aumenta el nivel de tensión muscular, la frecuencia cardíaca y comienza la vasocongestión con aumento de los órganos genitales. En esta fase se produce también la lubricación vaginal y las glándulas de Cowper secretan un líquido lubricante en la uretra masculina.
En la fase de meseta, que se mantiene hasta el orgasmo, estos cambios se intensifican. La vejiga se cierra para evitar la mezcla de orina con semen y los músculos de la base del pene presentan contracciones rítmicas que finalmente expulsan el semen.
Durante el orgasmo, hay contracciones musculares involuntarias, como las esfinterianas o espasmos del músculo carpopedal del pie, aumentan la presión arterial y las frecuencias cardíaca y respiratoria, y se produce una repentina liberación de la tensión nerviosa. En los hombres, el orgasmo generalmente se alcanza con la eyaculación del semen. Inicialmente fluidos seminales se acumulan en el bulbo uretral de la glándula prostática. A medida que se acumulan, siente que va a eyacular y esa sensación se experimenta como inevitable e incontrolable. En las mujeres se producen contracciones rítmicas del útero. La tensión de sus músculos aumenta la presión en el pene y contribuye al orgasmo. En ambos sexos, suele ser una experiencia intensamente placentera.
Durante la resolución, el cuerpo vuelve a los niveles normales de frecuencia cardíaca, presión arterial, respiración y contracción muscular, y se experimenta una sensación general de bienestar. Muchas mujeres pueden volver de nuevo a la fase orgásmica con mínimos estímulos y pueden experimentar orgasmos repetidos durante más de una hora. Los hombres tienen un período refractario en el que no pueden tener orgasmos aunque sí pueden mantener una erección parcial o completa. Este período tiene una duración variable, desde pocos minutos a varios días.
El modelo cíclico de la respuesta sexual femenina de Basson
Recientemente, Basson et al. definieron el modelo cíclico biopsicosocial de la respuesta sexual femenina en el que hay un feedback entre aspectos físicos, emocionales y cognitivos. (más…)