¿Existen diferencias individuales en las manifestaciones de ansiedad?
No, todas las personas no muestran los mismos síntomas, o con la misma intensidad. Por lo general, no se tienen todos los síntomas, sino que cada individuo se ha especializado (por aprendizaje y por predisposición biológica) en sus propias respuestas típicas de ansiedad. Así, por ejemplo, mientras que unos individuos sufren mucha tensión muscular (hasta el punto de que alcanzan con frecuencia fuertes dolores de cabeza), para otros éste no es el problema (apenas presentan dolores de cabeza), pero sí pueden serlo las molestias gástricas, o las dificultades respiratorias, etc.
Por lo general, cualquier individuo sabe cuál es el tipo de síntoma físico que predomina en él cuando se encuentra en una situación que le provoca una fuerte reacción de ansiedad.
A esta especialización contribuyen factores biológicos. Por ejemplo, algunos individuos sudan abundantemente desde que nacen y otros no. Las diferencias en la respuesta de sudoración se harán mayores en situaciones que provoquen altos niveles de ansiedad. Pero también contribuyen factores de aprendizaje (culturales, psicológicos, etc.) Por ejemplo, en el caso de las respuestas fisiológicas, como es el caso de la sudoración, aquellos individuos que están preocupados por su respuesta diana (“los demás notarán que sudo mucho”), incrementan involuntariamente la tasa de dicha respuesta, convirtiéndose así en unos “verdaderos especialistas” en provocar esta respuesta con una altísima intensidad.
En el estudio de las diferencias individuales en las manifestaciones de ansiedad cabe mencionar las encontradas, de manera notable, entre varones y mujeres. Las mujeres se muestran más nerviosas.
Las mujeres puntúan más en los test de ansiedad y presentan unas tasas de prevalencia en los trastornos de ansiedad mucho más elevadas. Las mujeres, por lo general, duplican a los varones en el porcentaje de personas afectadas por los trastornos de ansiedad. Tan sólo en la fobia social y el trastorno obsesivo-compulsivo se rompe esta tendencia.
Estas diferencias entre varones y mujeres pueden ser en parte culturales (las mujeres presentan mayor facilidad para expresar emociones negativas), pero sin duda obedecen también a razones biológicas, principalmente de tipo hormonal. Algunas mujeres padecen un fuerte síndrome premenstrual, con altas manifestaciones de ansiedad, ira, irritabilidad, tristeza, etc., los días previos a su menstruación. Los cambios en el estado de ansiedad de estas mujeres pueden obedecer a ciclos, como su ciclo menstrual, o las estaciones (con incrementos de ansiedad y otras emociones negativas en primavera y otoño).
Ejercicio Físico. Beneficios Físicos y Psicológicos.
El ejercicio físico mejora la función mental, la autonomía, la memoria, la rapidez, la “imagen corporal” y la sensación de bienestar, se produce una estabilidad en la personalidad caracterizada por el optimismo, la euforia y la flexibilidad mental.

Los programas de actividad física deben proporcionar relajación, resistencia, fortaleza muscular y flexibilidad. En la interacción del cuerpo con el espacio y el tiempo a través del movimiento, se construyen numerosos aprendizajes del ser humano. Esta construcción se realiza a través de una sucesión de experiencias educativas que se promueven mediante la exploración, la práctica y la interiorización, estructurando así el llamado esquema corporal.
En el V Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria se ha destacado la importancia de la realización de actividades deportivas para el desarrollo físico, psíquico y social. Además, el deporte tiene una gran influencia en la prevención de muchas enfermedades como la obesidad, la hipertensión y la diabetes.
Se estima que entre un 9 a un 16 por ciento de las muertes producidas en los países desarrollados pueden ser atribuidas a un estilo de vida sedentario. En el estado de salud de una persona este es un factor fundamental que se combina con otros determinantes importantes como la dotación genética, la edad, la situación nutricional, la higiene, salubridad, estrés y tabaco.
Beneficios de del Deporte sobre la Salud Física y Mental de los Individuos:
Sobre el corazón
El ejercicio físico disminuye la frecuencia cardiaca de reposo y, cuando se hace un esfuerzo, aumenta la cantidad de sangre que expulsa el corazón en cada latido. De esta manera la eficiencia cardiaca es mayor “gastando” menos energía para trabajar.
Estimula la circulación dentro del músculo cardíaco favoreciendo la “alimentación” del corazón.
Sobre el sistema circulatorio:
El ejercicio físico contribuye a la reducción de la presión arterial.
Aumenta la circulación en todos los músculos.
Disminuye la formación de coágulos dentro de las arterias con lo que se previene la aparición de infartos y de trombosis cerebrales.
Actúa sobre el endotelio, que es la capa de células que tapiza por dentro a las arterias segregando sustancias de suma importancia para su correcto funcionamiento, mejorando su actividad y manteniéndolo sano y vigoroso. Todo esto por una acción directa ya través de hormonas que se liberan con el ejercicio.
El ejercicio físico mejora el funcionamiento venoso previniendo la aparición de varices.
Sobre el metabolismo:
El ejercicio físico aumenta la capacidad de aprovechamiento del oxígeno que le llega al organismo por la circulación.
Aumenta la actividad de las enzimas musculares, elementos que permiten un mejor metabolismo del músculo y por ende una menor necesidad de exigencia de trabajo cardíaco.
Aumenta el consumo de grasas durante la actividad con lo que contribuye a la pérdida de peso.
Colabora en la disminución del colesterol total y del colesterol LDL (“malo”) con aumento del colesterol HDL (“bueno”).
Mejora la tolerancia a la glucosa favoreciendo el tratamiento de la diabetes.
Incrementa la secreción y trabajo de diferentes hormonas que contribuyen a la mejoría de las funciones del organismo.
El ejercicio físico colabora en el mantenimiento de una vida sexual plena.
Mejora la respuesta inmunológica ante infecciones o agresiones de distinto tipo.
Fortalecimiento de estructuras (huesos, cartílagos, ligamentos, tendones) y mejoramiento de la función del sistema músculo esquelético contribuyendo efectivamente en la calidad de vida y grado de independencia especialmente entre las personas de edad.
Disminuye síntomas gástricos y el riesgo de cáncer de colon
Sobre el tabaquismo:
Los individuos que realizan entrenamiento físico dejan el hábito de fumar con mayor facilidad y hay una relación inversa entre ejercicio físico y tabaquismo.
El ejercicio físico aumenta la sensación de bienestar y disminuye el estrés mental. Se produce liberación de endorfinas, sustancias del propio organismo con estructura química similar a morfina, que favorecen el ” sentirse bien” después del ejercicio. Disminuye el grado de agresividad, ira, ansiedad, angustia y depresión.
Disminuye la sensación de fatiga. Le da más energía y capacidad de trabajo.
Sobre el aparato locomotor:
Aumenta la elasticidad muscular y articular.
Incrementa la fuerza y resistencia de los músculos.
Previene la aparición de osteoporosis.
Previene el deterioro muscular producido por los años.
Facilita los movimientos de la vida diaria.
Contribuye a la mayor independencia de las personas mayores.
Mejora el sueño.