Son muchas las dudas en torno a la sexualidad que nos asaltan en nuestro día a día, lo seguimos considerando un tema tabú, pero buscamos cualquier excusa, momento o situación para hablar del tema. En muchas ocasiones nos aparecen dudas de la sexualidad entre hombres y mujeres, si somos iguales, si somos diferentes, en qué nos parecemos y en qué nos diferenciamos.
Para entender muchas de las cuestiones de la sexualidad humana, debemos partir de una base clara que puede sacarnos de muchas dudas, por ello debemos entender cómo funcionamos, cómo responde nuestro cuerpo a ciertos estímulos, qué pasa dentro de nosotros como hombres y como mujeres, es decir, ¿cómo es la respuesta sexual humana?

Respuesta Sexual a través del ciclo vital
Teorías sobre la respuesta sexual
Son muchas las teorías y propuestas de modelos de Respuesta Sexual que han surgido a lo largo de los años. La más conocida y popular la propusieron los padres de la sexología científica, Masters y Johnson en 1966 (excitación-meseta-orgasmo-resolución) y fue en 1979 cuando H. Kaplan añadió el deseo como parte fundamental de la Respuesta Sexual. Basson en el año 2000, fue quién propuso dos modelos de respuesta sexual: una lineal para hombres y mujeres enamoradas o emparejadas desde hace poco tiempo, y un segundo caso circular para mujeres más complejo que ayuda a entender su deseo sexual.
¿Qué pasa en nuestro cuerpo?
Según la fase de la Respuesta Sexual en la que nos encontremos, se producen una serie de cambios a nivel fisiológico, de los cuales algunos somos conscientes y otros no: lubricación vaginal, erección del pene, aumento del tamaño de los labios mayores y menores, elevación de los testículos, sudoración, aumento de las palpitaciones, rubor… Y durante el orgasmo: contracciones uterinas y pélvicas, contracciones del pene, eyaculación del hombre y la mujer…
Ahora bien, ¿hombres y mujeres funcionamos al mismo ritmo? La respuesta más rápida sería decir que no, pero sería generalizar demasiado, ya que hay hombres que puedan tener una respuesta sexual más lenta y mujeres con una respuesta sexual más rápida. Comentaremos estos aspectos siempre desde lo qué es más común, más habitual, teniendo en cuenta que siempre existen excepciones y que no todos funcionamos de la misma manera ni al mismo ritmo, independientemente de si las relaciones son homosexuales o heterosexuales.
Es aquí cuando nos paramos a pensar y entender algunas de las cosas que suceden cuando un hombre y una mujer mantienen relaciones sexuales:
- La mujer tarda más en excitarse que el hombre: La excitación de la mujer no es tan evidente como la del hombre (erección del pene), la lubricación vaginal no siempre es un indicador de excitación ni que la mujer esté preparada o desee ser penetrada, a veces incluso la excitación y el deseo de ésta aparecen una vez iniciada la relación sexual.
- La meseta suele ser más corta en el hombre: Hay hombres que se preocupan porque eyaculan “demasiado pronto”, pero hay que tener en cuenta que la excitación puede ser tan intensa que llegue el momento del clímax sin poderlo controlar, este no es un indicador ni mucho menos de eyaculación precoz. Por ende, la mujer necesita más tiempo de juegos eróticos para llegar al nivel del hombre.
- Las mujeres pueden ser multiorgásmicas: Existen hombres que también pueden serlo, pero es mucho menos frecuente. Aquí podemos retomar el tema del “orgasmo simultáneo” (¡OJO! Esto no significa que sea imposible conseguir un orgasmo simultáneo, pero no debemos obsesionarnos al respecto, puede que el orgasmo no se alcance y no por ello ser una relación insatisfactoria) ya que si entendemos que vamos a diferentes ritmos y la mujer tarda más que el hombre en alcanzar el orgasmo, y si además éste sólo intenta proporcionárselo a través de la penetración, es cuando llegan las frustraciones. No olvidemos que el 75% aproximadamente de las mujeres alcanza el orgasmo mediante la estimulación del clítoris, por esto mismo, sabiendo que la mujer no necesita un período de descanso (período refractario que los hombres sí tienen) entre relación y relación y que pueden llegar a tener varios orgasmos seguidos, el juego erótico puede seguir después de la penetración y/o eyaculación del hombre.
¿Qué pasa cuando no nos entendemos correctamente?
A veces nos cuesta comprender como funciona sexualmente nuestra pareja, qué le gusta o disgusta, qué le resulta más o menos placentero, si llega o no al orgasmo, entre otras muchas. La comunicación siempre es una de las soluciones pero a veces no basta. La ansiedad, el estrés, las preocupaciones, las discusiones, la falta de empatía, falta de comunicación, desconocimiento del otro, etc. pueden afectar a nuestra salud sexual y pueden desencadenarse problemas, dificultades o disfunciones sexuales.
Cada dificultad, problema o disfunción sexual está asociada a una fase de la respuesta sexual humana: Deseo (deseo hipoactivo o falta de deseo), Excitación(disfunción eréctil, dispareunia, vaginismo), Orgasmo (anorgasmia, eyaculación precoz, eyaculación retardada, aneyaculación). Si descartamos que puedan ser por motivos orgánicos, todos ellos tienen solución mediante una terapia, un asesoramiento o reeducación, o unas pautas debidamente cumplidas.
Nos empeñamos en afirmar que hombres y mujeres somos diferentes y difíciles de comprender los unos a los otros, pero debemos tener presente que la comunicación, el conocimiento del otro y el autoconocimiento, el respeto, la comprensión, la empatía, entre muchos otros factores, son fundamentales para una salud sexual plena en pareja, algo que con mucha frecuencia tendemos a dejar de lado.
¿Qué características tienen las disfunciones sexuales?
- Son de naturaleza erótica. Es decir, son problemas relacionados con el deseo sexual, la excitación sexual y el orgasmo.
- Son indeseables. Son un problemas de salud que afectan la calidad de vida y se consideran una enfermedad.
- Son recurrentes y persistentes. Es necesario que se presenten durante un tiempo y por varias ocasiones.
- Son un grupo de síntomas. Usualmente se presentan con diversos síntomas y pueden tener origen biológico, psicológico o cultural.

¿Qué tipo de disfunciones sexuales existen?
Existen 4 tipos generales de disfunciones sexuales en la mujer:
- Las que afectan el deseo sexual de una persona, llamadas “Disfunciones del deseo”
- Las que impiden que una persona se excite, llamadas “Disfunciones de la excitación”
- Las que impiden que las personas logren el orgasmo: “Disfunciones del orgasmo”
- Y otras que pueden afectar tanto el deseo, como la excitación o el orgasmo “Otras disfunciones”.
¿Cómo se presentan las disfunciones sexuales?
- Pueden presentarse desde el inicio de la vida sexual, por lo que se llaman “primarias”.
- O bien pueden aparecer después de que una persona vivía normalmente su sexualidad (sentía deseo, se excitaba y tenía orgasmos), llamándose entonces “secundarias”.
¿En qué circunstancias se presentan las disfunciones sexuales?
Una forma de presentarse es impidiendo la vida sexual (ya sea el deseo, la excitación o el orgasmo) tanto cuando la persona toca su cuerpo (masturbación, autoerotismo) como al estar sexualmente con su pareja. Esto se llama disfunción sexual “Global”.
O puede ser que solamente exista dificultad en la relación sexual y sin embargo todo funcione normalmente al tocarse, esto se llama “parcial”. Finalmente, puede ser que solo suceda en circunstancias específicas, como con una pareja en particular. Entonces se denomina “Selectiva”.
¿Cuáles son las causas de las disfunciones sexuales?
Pueden tener causas orgánicas. Entre ellas, las más frecuentes son los problemas de tiroides, otros problemas hormonales, la diabetes, la hipertensión, los problemas con el colesterol.
También pueden tener causas psicológicas. Por ejemplo la depresión, la ansiedad, problemas de personalidad, dificultades de pareja o el abuso.
O causas educativas: Como la culpa, la vergüenza, la ignorancia u otras.
Con frecuencia las disfunciones sexuales tienen causas mixtas, es decir, tanto biológicas como psicológicas y/o educativas. Estas deben aclararse con precisión para aplicar el tratamiento adecuado.

¿Qué tratamiento requieren las disfunciones sexuales?
Las y los profesionales expertos en disfunciones sexuales son los sexólogos clínicos o terapeutas sexuales. Aunque es frecuente que además del terapeuta sexual, sea necesaria la intervención de otro especialista cuando existen causas orgánicas muy específicas.
¿Cuáles son las disfunciones sexuales en las mujeres?
Las mujeres, jóvenes y maduras, pueden presentar disfunciones de los cuatro tipos inicialmente mencionados, del deseo, de la excitación, del orgasmo u otras.
La mayoría de las personas con disfunciones sexuales tienen cuando menos dos disfunciones. Es importante que sepas que actualmente la gran mayoría de las disfunciones sexuales femeninas pueden solucionarse.
A continuación te explicamos más.
¿Cuáles son las disfunciones del deseo en las mujeres?
Son aquellas que afectan el apetito sexual o tus “ganas de tener una actividad sexual” y existen dos tipos de disfunciones del deseo:
¿Qué sucede en el deseo sexual hipoactivo?
En este caso, la mujer:
- Casi nunca o nunca siente las ganas de tener una experiencia erótica.
- Casi nunca o nunca tiene fantasías o pensamientos sexuales o eróticos.
- Si reflexiona, se da cuenta de que sus “ganas” o deseo ha disminuído respecto a
- su frecuencia en el pasado.
- Ha disminuido o es ausente la frecuencia con que la mujer inicia o promueve la actividad sexual.
Es importante que observe que en esta disfunción del deseo estamos hablando de las “ganas” y no de la “frecuencia” con que se tiene vida sexual. Es posible que una mujer tenga vida sexual frecuente y aun así no tenga “ganas” o deseo.
¿Qué sucede en el “deseo sexual hiperactivo”?
A diferencia del hipoactivo, aquí el nivel de deseo de la mujer sobrepasa los límites esperados. Esta disfunción se llama también “conducta sexual compulsiva”.
En general, quiere decir que el apetito sexual se presenta con tal frecuencia e intensidad que interfiere con las actividades cotidianas de la mujer.
La mujer que tiene esta disfunción:
- Ve sus pensamientos y sentimientos invadidos por el deseo sexual, que permean su vida.
- Siente un deseo sexual tan frecuente e intenso que tiene que dejar de trabajar o hacer otras actividades para satisfacerse.
- Siente que no puede controlar su deseo sexual y postergar su satisfacción.
- Continúa con esta conducta (que puede ser solo masturbación o en pareja) a pesar de que le genera problemas laborales, sociales y de pareja.
¿Cuáles son las disfunciones de la excitación en las mujeres?
Son aquellas en las que se presenta una dificultad en la mujer ya sea para “sentirse excitada” o para lograr que su “vagina lubrique” (emita líquidos lubricantes) o bien ambas cosas (excitación y lubricación) durante la actividad sexual.
¿Qué sucede en la “excitación sexual femenina inhibida”?
Es cuando una mujer le sucede:
- Que durante la actividad sexual, su vagina produzca poco o nulo liquid lubricante, lo que puede dificultar la relación sexual.
- Que durante la actividad sexual no se sienta excitada, como si estuviese “desconectada” de las sensaciones de su cuerpo.
Estas dos dificultades pueden mezclarse. Por ejemplo, sí lubricar y no excitarse, no lubricar y sí excitarse, o no lubricar y no excitarse. Todas estas diversidades son parte de la misma disfunción de la excitación.
¿Cuáles son las disfunciones del orgasmo en las mujeres?
Consisten en experimentar dificultad para tener orgasmos. Tanto para que el cuerpo exprese las reacciones físicas del orgasmo como para “sentir” que se ha tenido un orgasmo. Como otras disfunciones, puede presentarse tanto en el autoerotismo (tocándose), como en pareja o en ambas circunstancias.
Esta disfunción y el deseo sexual hipoactivo son los más frecuentes en las mujeres de todo el mundo, no solamente las mexicanas.
¿Qué sucede en la “anorgasmia” femenina?
En esta disfunción, la mujer:
- No puede o le resulta sumamente difícil tener orgasmos, tanto en su respuesta física como en la sensación subjetiva.
Cuando sucede un orgasmo en una mujer, su vagina palpita rápidamente durante unos cuantos segundos. Además, usualmente experimenta al tiempo de las contracciones vaginales sensaciones placenteras muy intensas y posiblemente una sensación posterior de estar satisfecha sexualmente.
Estas dos dimensiones, la física y las sensaciones se ven alteradas y/o ausentes en la anorgasmia femenina.
¿Qué sucede en la “insensibilidad orgásmica”?
En la anorgasmia, explicada anteriormente, la mujer no tiene las contracciones vaginales y no siente que tuvo un orgasmo.
En esta disfunción, la mujer sí siente las contracciones de su vagina, pero no siente el placer del orgasmo, no siente haber terminado.
¿Cuáles son las otras disfunciones sexuales en las mujeres?
Existen otros tres problemas sexuales que pueden impedir que una mujer viva plenamente su respuesta sexual humana, es decir, su deseo, su excitación y su orgasmo. Estos son:
- El vaginismo.
- La dispareunia.
- La evitación fóbica del encuentro sexual.
¿Qué es el vaginismo?
Cuando una mujer tiene vaginismo:
- Los músculos que rodean a la vagina se contraen, “se aprietan”, de manera que es muy difícil o imposible la introducción del pene a la vagina.
- Esta contracción no es voluntaria, no aparece como un intento de evitar la relación sexual por no quererla.
- Es posible que la mujer se de cuenta o no de que se vagina está teniendo esa reacción.
- Generalmente la mujer se siente angustiada en el encuentro sexual.
- Puede ser que la mujer sí sienta deseo, sí pueda excitarse y sí pueda tener orgasmos o que el vaginismo genere problemas en alguna dimensión.
Esta es una causa frecuente de los matrimonios no consumados, y tiene solución.
¿Qué es la dispareunia?
Dispareunia significa dolor. La mujer con esta disfunción siente dolor físico en el área genital o sus alrededores ya sea durante o después de la actividad sexual.
¿Qué es la evitación fóbica de la respuesta erótica?
Sufre un intenso malestar, temor, angustia, sensación de dificultad para respirar, sudoración y otros síntomas, cuando se acerca la posibilidad de tener un encuentro erótico. Esto es independiente del amor y cercanía afectiva que sienta por su pareja sexual.
- Se siente angustia intensa, fuera de proporción, ante la posibilidad de un encuentro erótico.
- No existe control voluntario sobre la respuesta de angustia. No basta con que intente relajarse
¿Qué puede hacer la mujer con las disfunciones sexuales?
Las mujeres tienen derecho a una vida sexual plena, satisfactoria, saludable y enriquecedora. Si tienes problemas sexuales, busca ayuda profesional.
Las disfunciones sexuales dañan la salud integral de las mujeres, su autoestima, provocan malestar emocional, afectan la vida de la pareja e incluso de la familia. No hay razón para dejar sin atender un problema sexual.
Una forma extrema de trastorno sexual es la aversión sexual. Consiste en el rechazo intenso, persistente y recurrente de todo contacto sexual. Supone evitar cualquier relación íntima con la pareja, en ocasiones no sólo el contacto genital, sino cualquier otro tipo de caricia que se interprete como preámbulo del coito. Esta alteración provoca un malestar acusado y suele dificultar las relaciones interpersonales, en especial las de pareja.
El trastorno de aversión sexual se da de forma ocasional en hombres y con mucha más frecuencia en las mujeres. Los pacientes se quejan de ansiedad, miedo o disgusto en relación con las situaciones sexuales. Puede ser un trastorno de toda la vida (primario) o adquirido (secundario), generalizado (con todas las parejas) o situacional (con una pareja específica).
En la forma extrema de aversión sexual, la persona no sólo carece de deseo sexual, sino que también puede encontrar el sexo repugnante, repulsivo y desagradable.
Si ocurre desde siempre, la aversión al contacto sexual puede deberse a un trauma sexual, como incesto, abusos sexuales o violación. También puede ser consecuencia de un ambiente familiar muy represivo, a veces potenciado por una formación religiosa ortodoxa y rígida, (más…)
Para comprender los problemas sexuales hay que partir de la concepción de la sexualidad como una facultad con componentes psicológicos, biológicos y sociales. De hecho, el malestar puede afectar a la respuesta física, al equilibrio psicológico, e incluso a las relaciones sociales. Este último aspecto suele chocar, pero son muchos los hombres con disfunción eréctil o eyaculación precoz que se sienten muy incómodos cuando su grupo de amigos habla de sexo, lo que les lleva a temer y esquivar los encuentros distendidos.
No en todas las personas las repercusiones son las mismas y no todos los problemas sexuales tienen las mismas causas. Los hay que afectan de manera clara a la función orgánica, derivados de enfermedades o consumo de fármacos u otras sustancias, y otros de contenido más psicológico, producto de una escasa y muchas veces inadecuada educación sexual. También las circunstancias no controladas y estresantes juegan su papel, puesto que estos problemas sexuales son mecanismos de adaptación para rebajar la ansiedad.
Parece mentira que ocurra, pero vivimos en una sociedad en la que el sexo todavía puede ser considerado como algo feo y sucio, del que apenas se habla de forma sensata. (más…)
¿Pensando en Acudir a un sexólogo o buscando un sexólogo en Valencia?
Acudir al médico puede ser algo normal para la mayoría de las personas, pero hablar de ir a un sexólogo puede ser más complicado debido a los mitos que existen en torno a la sexualidad.
Existen distintas razones para ir al sexólogo, lo que muchas personas en ocasiones dejan pasar por miedo, o cuestiones morales, entre otras. No permitas que te suceda y conoce diez razones para ir al sexólogo.

1. Disfunción eréctil. Ya sea total o parcial su origen puede ser relacionado con situaciones emocionales, por ejemplo, una mala relación, resentimientos o enfermedades como la diabetes e hipertensión.
Es importante acudir con un sexólogo o Especialista en Sexología y sobre todo que lo hagan ambos, ya que esta situación afecta a la pareja.
2. Eyaculación precoz. De acuerdo con la Universidad de Harvard uno de cada cinco hombres presenta problemas de eyaculación precoz, algo que en la mayoría de los casos no pueden controlar. El sexólogo es es especialista en el tratamiento de la Eyaculación Precoz.
Aunque se puede creer que el hombre disfruta estos breves y placenteros momentos y la mujer es quien sufre, eso es totalmente falso.
El hombre experimenta una gran desilusión al no poder disfrutar el momento por más tiempo. Buscar ayuda mejorará tu condición y desde luego también tu relación. El sexólogo es es especialista en el tratamiento de la Eyaculación Precoz.
3. Disminución en el deseo sexual. Este padecimiento afecta tanto a hombres como mujeres, donde no importa las caricias o acciones que haga la pareja el deseo disminuye o incluso desaparece. El sexólogo pondrá solución a vuestras dificultades más pronto de lo que te imagines.
Existen muchos motivos que pueden estar relacionados con éste, como el estrés, un autoestima baja, problemas familiares o económicos, o en ocasiones la falta de deseo puede relacionarse con la falta o pérdida de amor. (más…)