La sexualidad es un área importante del ser humano, ésta cambia y crece a lo largo de nuestra vida e incluye comportamientos sexuales, las relaciones sexuales y la intimidad.
Dentro de la pareja es un área a destacar y a la que prestar atención. Es la parte más íntima que en muchos casos sólo compartimos con la persona elegida. Y como todos sabemos, a veces no es tan fácil que funcione, hay que cuidarla.
Como ya hemos comentado en algún artículo, el psicólogo estadounidense Robert Sternberg desarrolló una teoría sobre el amor y la relación de pareja, “teoría del triángulo del amor” donde incluía tres áreas fundamentales para describir una relación de pareja suficientemente buena:
Pasión: deseo sexual o romántico de gran intensidad, acompañado por una fuerte tendencia a buscar la unión física y/o emocional con el otro.
Intimidad: conocimiento del otro y confianza en lo que es, lo que hace y lo que siente y preocupación por su bienestar. Necesidad de acercamiento y de compartir lo que sentimos y pensamos, de compartir nuestro espacio interior.
Compromiso: voluntad de mantener el vínculo y sentimiento de responsabilidad al respecto. Interés en superar las adversidades, más allá de las circunstancias temporales. Además, cada pareja elige qué tipo de compromiso establece y qué tipo de reglas… Exclusividad, pareja abierta, convivencia conjunta, separada…
En este artículo queremos centrarnos en la pasión, en la sexualidad como el área que más rápidamente se suele desarrollar y, al mismo tiempo, más rápidamente se suele desvanecer. La intimidad se desarrolla más lentamente, y el compromiso más gradualmente todavía.
¿Por qué la sexualidad en muchos momentos decae en la pareja?
Hay infinidad de motivos por los que la sexualidad se puede ver afectada en la relación de pareja y no siempre tiene que ver con la vida sexual en sí.
Nosotros, como psicólogos sexólogos, vemos al ser humano como un todo y no aislamos la sexualidad del resto de áreas vitales de la persona y de la relación de pareja.
Diversos estudios revelan que el enfado, el resentimiento, las enfermedades, el aumento de peso o el estrés son las principales causas por las que no se tiene una sexualidad satisfactoria.
Desde nuestra experiencia profesional muchos de los motivos por los que el sexo no funciona tienen que ver con un deterioro en la relación de pareja debido a diversos acontecimientos, tanto laborales, como personales, el nacimiento de un hijo, un “fracaso” sexual ocasional que puede provocar ansiedad a posteriori, etc...
Cuando es imposible no comunicarse.
Las diferencias en la relación pareja, una mala comunicación llena de juicios, exigencias, críticas, la no aceptación del otro… son la causa mayor que tanto hace que nos cerremos y desarrollemos inhibiciones de cara a la sexualidad. Cuando existen tantas diferencias no resueltas en la relación de pareja, dentro de la sexualidad el primer afectado es el deseo sexual.
La relación de pareja es un fuerte que tienen que construir y cuidar ambos miembros de la pareja y si la responsabilidad no está compartida y negociada, el resto de áreas pueden comenzar a tambalearse. Los momentos de crisis en la pareja son vitales, forman parte de la relación de pareja al igual que las crisis vitales individuales forman parte de la vida, por ello hay que saber aprovecharlas para crecer y desarrollarnos.
En muchas ocasiones, nos encontramos sumergidos en nuestro mundo interno, acudiendo a terapia sin hablar con nuestra pareja sobre lo que estamos sintiendo en la relación, pensando que tenemos algún problema individual con respecto a nuestra propia sexualidad, exigiéndonos cumplir con lo que se supone que tenemos que cumplir sin darnos cuenta que lo que nos sucede puede ir más allá, puede estar relacionado con algún momento vital importante nuestro o de la relación de pareja.
Nuestro cuerpo, desde la inhibición sexual, nos avisa de que algo no está funcionando bien, algo está sucediendo y, por tanto, tenemos que atenderlo.
¿Qué hacer para cuidar/recuperar la sexualidad dentro de la pareja?
Como vemos, en muchas ocasiones “el síntoma” no es más que una alarma para revisar el resto del funcionamiento de la relación de pareja y de nuestro mundo individual.
La sexualidad no es gimnasia y por ello tenemos que conocer nuestro cuerpo, lo que nos gusta y lo que no. Y por consiguiente y hablando de sexo con nuestra pareja conocer qué le gusta a la otra persona.
“El sexo se aprende haciéndolo y no estudiándolo”
En la sexualidad en pareja existe una doble reciprocidad o placer, es decir, el placer que siento yo por dar placer a la persona que me gusta y el placer que siento al darme placer a mí la persona que me gusta, habiéndonos elegido mutuamente. Es un compartir, un dar y recibir.
Y el sexo no siempre tiene que ser igual, esto hará de él un juego con mucha más motivación.
Cuando vemos que aún así esta área sigue mermada, es hora de plantearnos qué problemas estamos teniendo en nuestra relación de pareja. Si no nos estamos sintiendo cuidados, atendidos, reconocidos se producirá una brecha, un distanciamiento entre tú y tu relación de pareja y por mucho que atendamos el tema de la sexualidad de manera independiente si no resolvemos el verdadero problema, la sexualidad se va a seguir viendo afectada.
En muchas ocasiones, aunque nos lo propongamos, es difícil llegar a un punto común y de entendimiento en pareja (por mucho amor que nos profesemos), por ello un buen recurso puede ser acudir a terapia de pareja que incluya terapia sexual en este caso.
Como vemos, es muy difícil separar la sexualidad/pasión de la intimidad y del compromiso.
En este artículo te hemos damos unas pinceladas de lo que consideramos que pueden ser los causantes de que no tengamos una sexualidad placentera en nuestra relación de pareja, pero no olvidemos que la sexualidad es algo muy subjetivo de cada persona y de cada relación de pareja y por ello no es medible bajo ningún criterio concreto, sólo a través de la propia satisfacción de cada uno y de cada pareja.
Superar la infidelidad es un proceso complicado que debe ser tratado para así no producir severos daños en la relación de pareja porque afecta la credibilidad y la confianza, valores que constituyen la base de todo compromiso. A su vez, este problema origina en los individuos sentimientos negativos como la decepción y la ansiedad, que pueden dar lugar a la separación o a problemas más graves como el suicidio a causa de la depresión; por esta razón, la infidelidad se ha convertido en una de las principales causas de divorcio en el mundo y uno de los motivos más frecuentes de visita en consultas psicológicas.
Una vez que ocurre la infidelidad, involuntariamente aparecen sentimientos de ira, venganza, culpa y reclamo entre las partes que conforman la relación, pero lo cierto es que en la mayoría de los casos, esta situación es la consecuencia de problemas que se arrastran en el transcurso de la relación o vida en pareja. Por ello, mencionaremos las causas principales de la infidelidad:
Causas principales de la infidelidad.
Descuidar a la pareja: como bien sabemos, una relación la conforman dos personas que deberían crecer tanto en conjunto como de forma independiente. En este caso, algunos individuos se centran exclusivamente en evolucionar de forma autónoma, centrando su atención en el progreso laboral o en el crecimiento social. Es aquí donde la pareja pierde el control del tiempo que invierte en sus quehaceres personales y en su relación, dando lugar a un desequilibrio que afecta a ambas personas, a tal punto de producir la sensación de soledad.
Disfunciones fisiológicas: existen problemas físicos que impiden tener una vida sexual adecuada, y por ello en ocasiones, los cónyuges se ven obligados a pasar mucho tiempo sin tener actividad sexual exponiendo evasivas que generan inconformidad, insatisfacción y sensación de rechazo en la pareja. Para mejorar la vida sexual y que estos problemas no repercutan en la relación de pareja la solución es acudir a profesionales cualificados como psicólogos expertos en problemas de pareja, sexólogos y también endocrinos. El sexólogo es el profesional adecuado para tratar y detectar el problema, pero no debemos olvidar la importante labor del endocrinólogo que también puede jugar un papel fundamental en el diagnóstico si el problema sexual tiene origen biológico y está relacionado con disfunciones en las glándulas sexuales.
Mala comunicación: las partes de una relación necesitan comunicarse constantemente para conducir una vida sana llena de comprensión y acuerdos que se establecen mediante el diálogo. Es común que uno de los cónyuges da por sentado que la pareja conoce y sabe qué debe hacer frente a determinada situación. Otro escenario frecuente es cuando los individuos acumulan molestias e inconformidades que no exteriorizan para evitar discusiones. Estas situaciones son muy comunes en la relación, y si no se tratan adecuadamente deterioran la vida sana en pareja, produciendo dejadez y malestar.
Problemas personales: si uno de los individuos de la relación padece problemas psicológicos y no ha llevado a cabo algún tratamiento, o si una de las partes está atravesando por problemas económicos y laborales, es altamente probable que la relación esté afectándose progresivamente, en especial si la pareja no colabora en la solución de los problemas que su cónyuge tiene.
Las causas de la infidelidad son muy parecidas tanto en hombres como en mujeres, sin embargo, eventualmente, los síntomas o las carencias se presentan de forma distinta en ambos, por ejemplo, algunos hombres al principio sienten la necesidad de vivir nuevas experiencias sexuales, mientras que las mujeres comienzan a sentirse afectadas por la mala comunicación que existe entre ambos, también es posible que el hombre viva fuertes períodos de depresión mientras que la mujer se esfuerce en construir una nueva vida, esto también dependerá de los motivos que dieron lugar a la ruptura.
Terapia de pareja para la infidelidad.
Una vez que la infidelidad se descubre, las reacciones varían dependiendo de la personalidad, los valores y la cultura de cada individuo. Este es un tema que debe trabajarse psicológicamente tanto en la terapia individual como en la terapia de pareja.
Por otra parte, es importante aclarar que para perdonar una infidelidad ambas partes deben estar de acuerdo, la persona infiel debe sentirse arrepentido y estar consciente del daño que ocasionó con su conducta. Asimismo, la persona que fue víctima de la infidelidad debe hacer un esfuerzo por fortalecer su autoestima y estar dispuesta a superar el problema con los profesionales correspondientes: psicólogos y sexólogos. En Psicólogos y Sexólogos Valencia somos expertos en los problemas de pareja e infidelidades.
Un error muy común es decidir permanecer en la relación por los hijos o por la dependencia económica. En estos casos, los integrantes de la relación deben meditar y pensar si realmente desean pasar el resto de sus vidas juntos, de lo contrario, este tipo de relaciones nunca terminan bien.
La primera pregunta que hacen los individuos en consulta es si en efecto una infidelidad puede perdonarse, y la respuesta depende del daño que la infidelidad haya ocasionado en la relación, así como las condiciones que acompañan el evento, pero muy a pesar de ello, en la mayoría de los casos es posible recuperar la relación y volver a tener una vida gratificante en pareja, siempre y cuando ambos estén dispuestos a superarlo.
La persona afectada debe buscar a otra que le apoye, algún amigo de confianza o un confidente que le haya mostrado incondicionalidad a lo largo de su vida. Después deberá darse un poco de tiempo para pensar objetivamente en la situación y poder entablar una conversación más equilibrada con la pareja, en otras palabras, cuando la infidelidad es expuesta o descubierta, no es el momento propicio para tomar decisiones que determinen el futuro de la relación.
Si la persona que cometió la infidelidad está decidido/a a salvar su relación, se le recomienda que:
Corte bruscamente el contacto con el/la amante, este es el primer paso y el más importante para recuperar la confianza de la pareja.
Busque ayuda psicológica, ponga todo su esfuerzo en la terapia de pareja y también vaya a consultar a un sexólogo en el caso de que el origen del problema sea sexual y así iniciar un tratamiento que pueda servir de ayuda.
Pase más tiempo con su pareja, permítale el acceso a sus cosas personales momentáneamente y de forma voluntaria (cuentas en las redes sociales, dispositivo móvil), de lo contrario, la persona afectada conservará dudas y el objetivo es erradicar esa desconfianza que se generó a partir de la traición. Esto no quiere decir que la persona afectada deba actuar como un policía, por el contrario, se supone que una vez que se toma la decisión de recuperar la relación, ambos deben esforzarse en mejorar.
Después de una infidelidad, la reacción natural es querer guardar silencio y evitar hablar del tema. Y aunque conversar de esta experiencia sea un acto muy duro para los integrantes de la relación, también es una actividad necesaria para recuperar la confianza, así que la persona infiel debe prepararse para entablar una conversación en la que deberá responder preguntas y tendrá que ser lo más honesto posible. Es decir, ambas personas deben aprender a afrontar este problema para poder solucionarlo.
Tómese unos días libres con su pareja. Es necesario salir del entorno cotidiano y abandonar el lugar que se asocia con la infidelidad. Organice un viaje y momentáneamente haga a un lado su trabajo y sus preocupaciones, hay que establecer prioridades y es hora de salvar esa relación que se estaba deteriorando. El viaje debe ayudar a pensar con mayor objetividad y será un momento ideal para tomar decisiones. Al mismo tiempo, se recomienda recuperar la pasión porque la monotonía o la apatía son factores que dan lugar a las infidelidades, por tanto, deberá reavivarse la vida sexual y la convivencia en pareja.
Por otra parte, tenemos el tratamiento psicológico, en el que la mayoría de los psicólogos y psicoterapeutas en la terapia de pareja aplican fases para llegar a la reconciliación. La primera fase tiene como objetivo reducir el impacto que la infidelidad tuvo en una de las partes, y es precisamente aquí donde el profesional estructurará el plan del tratamiento. Luego, el psicólogo dará inicio al proceso de perdón, un acto que puede corresponder a una o ambas partes, y es que para llegar a la reconciliación se debe pedir perdón y ser perdonado. Por último, se llega a la reconciliación, donde se establecerán los lineamientos y normas de pareja a cumplir durante la relación, con ellos se fijarán los límites permisivos que no producirán daño, desconfianza o dolor.
La eyaculación precoz es la disfunción sexual masculina más frecuente. Sin embargo muchos varones evitan la consulta, lo que repercute en la sexualidad de la pareja.
¿Qué es la eyaculación precoz?
Se llama así a la eyaculación que ocurre en ausencia de control de la misma, siempre y cuando aparezca antes de lo que el varón o su compañer@ esperan, habitualmente antes o enseguida de ocurrida la penetración.
Para tratarse de una disfunción sexual, esta situación debe repetirse en un período de tiempo, debe de ser recurrente, en el que además no se logran tener otras relaciones con eyaculación oportuna. Es decir que debe haber una cierta persistencia del síntoma ya que en algunas circunstancias esta eventualidad puede presentarse aisladamente sin constituir una disfunción sexual.
¿Cuáles son sus causas de la eyaculación precoz?
La eyaculación precoz rara vez es causada por un problema físico.
La mayoría de las veces está relacionada a la esfera emocional donde la culpa, la ansiedad o los hábitos aprendidos determinan su aparición.
En algunas oportunidades está relacionada a traumas durante el inicio de la vida sexual, donde la premura en terminar el coito era importante, como por ejemplo cuando el lugar no era seguro o tranquilo, podría haber interrupciones o por el contrario, en el sexo con trabajadoras sexuales. En consulta de sexología clínica se observa en la mayoría de ocasiones que muy alejado de los traumas sexuales, se debe a la ignorancia sexual o bien una mala praxis de la autoestimulación sexual o masturbación.
¿Qué repercusiones tiene en la sexualidad masculina?
En general el varón con eyaculación precoz experimente una gran frustración ya que no logra satisfacer a su compañer@. Muchas veces además existe pudor o vergüenza y se pueden establecer conductas de evitación como el evitar los encuentros sexuales. En algunas circunstancias donde el desequilibrio de los patrones de género son muy determinantes en el varón, este puede culpar a su compañera proyectando en ella la responsabilidad de su disfunción.
En general la consulta con el especialista en sexología o psicólogo - sexólogo es tardía y sólo se recurre a ella luego de mucho tiempo de sufrimiento e incluso luego de varias parejas que se han ido sucediendo a lo largo de la vida. Aún pareciendo una disfunción sexual sencilla de tratar para cualquier psicólogo, en la mayoría de ocasiones resulta complejo el tratamiento, haciendo necesario una derivación a un psicólogo - sexólogo. No dudes, el Sexólogo es el Especialiasta cuando se trata de una eyaculación precoz.
Psicologo en Valencia
Gracias Sergio por tu profesionalidad en todo el tratamiento desde el principio hasta el fin. La clinica Pérez Vieco de psicología y Sexología fue un gran acierto. Un abrazo
Esther y Javi.
Psicólogos Sexólogos Clínica Pérez Vieco
5
2019-10-20T09:20:33+00:00
Esther y Javi.
Gracias Sergio por tu profesionalidad en todo el tratamiento desde el principio hasta el fin. La clinica Pérez Vieco de psicología y Sexología fue un gran acierto. Un abrazo
¿Qué repercusiones tiene en la sexualidad femenina?
La duración de la estimulación es un factor crucial para que la mujer alcance el orgasmo. Si la relación es muy breve, generalmente este no ocurre y la mujer se siente frustrada.
La culpa y la sensación de inadecuación pueden ensombrecer a la mujer y causarle ansiedad cuando asume erróneamente que la situación puede deberse a que no es buena en la intimidad o que no logra estimular suficientemente a su compañero. Si embargo la eyaculación precoz no está relacionada a la falta de estimulación sino todo lo contrario.
Muchas parejas tienen intimidad física, pero no han desarrollado una intimidad personal que les permita hablar en confianza sobre estos temas abiertamente.
Muchas mujeres relatan pudor de decirle a sus parejas que quedan insatisfechas y más aún de solicitarles que recurran a la consulta para obtener una solución. El mandato de que la mujer no necesita tanto del sexo como el varón o de que una mujer es responsable de la satisfacción de su compañero muchas veces impone el silencio y la angustia.
Ante la frustración reiterada, la culpa y la ansiedad no resulta infrecuente que el deseo de la mujer se vea afectado y se haga hipoactivo, evitando entonces ella los encuentros sexuales.
¿Tiene solución la Eyaculación Precoz?
Como la gran mayoría de las situaciones la solución sólo es posible si se reconoce que existe un problema y se acude por ayuda.
Los especialistas en sexología o Sexólogos podemos afirmar que la eyaculación precoz es la disfunción sexual masculina de más rápida resolución con el tratamiento adecuado.
Algunas de las técnicas que utilizamos los sexólogos son:
• El método “stop-start”: Esta técnica implica estimulación sexual hasta cuando el varón reconozca que va a producirse la eyaculación. Entonces suspende la estimulación durante aproximadamente 10 segundos y luego se comienza de nuevo.
• El método de la compresión del pene o técnica del apretón: Esta técnica implica estimulación sexual hasta cuando el varón reconozca que va a producirse la eyaculación. En ese momento, él o su compañer@ aprieta suavemente el extremo del pene (donde el glande se une al cuerpo del pene) durante varios segundos. Se suspende la estimulación sexual durante aproximadamente 30 segundos y luego se comienza de nuevo. Cada vez menos utilizada en la consulta del sexólogo clínico. Consideramos de la existencia de mejores técnicas que esta descrita en los comienzos de la Terapia Sexual por Masters y Johnson. Todo cambia a mejor.
• Algunos antidepresivos: Como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) pueden ayudar, ya que uno de sus efectos secundarios es prolongar el tiempo que se requiere para alcanzar la eyaculación. Es preciso valorar los pros y los contras antes de utilizar los antidepresivos.
• Se pueden aplicar cremas o aerosoles anestésicos locales sobre el pene para disminuir la estimulación. Creemos con firmeza que los anestésicos pueden actuar a corto plazo, pero a medio y largo plazo ocasionarán problemas de erección y dificultarán el proceso de mejora en el control de la eyaculación. Un anestésico se puede encontrar desde los sexshops hasta en fármacias hoy en día, pero a corto o medio plazo, el individuo que padece de Eyaculación Precoz deberá de acudir al sexólogo si su deseo es aprender a controlar la eyaculación.
Es importante recordar que las disfunciones sexuales son situaciones que tiene solución con el tratamiento adecuado.
La demora en la consulta sólo determina frustración y sufrimiento para ambos miembros de la pareja.
Factores que pueden afectar la inhibición del deseo sexual en el varón y en la mujer
Conocimiento, confianza y autoestima aparecen como los grandes remedios para evitar el bloqueo del apetito sexual
La ausencia de deseo es uno de los problemas sexuales más frecuentes en nuestra sociedad. El estrés, los conflictos en la relación, la falta recurrente de momentos de intimidad o el padecimiento de un periodo de astenia está en muchas ocasiones en la raíz del problema. Cuando la inhibición del deseo se siente como un mal perenne, difícil o imposible de superar, cuando un periodo de apatía se prolonga y comienza a causar otros problemas o cuando se ha intentado realizar cambios en la relación y no han surtido efecto, el malestar debe tomarse en serio. La falta de deseo no es una tontería, un capricho o una situación a la que hay que resignarse. De hecho, el deseo sexual es una emoción que nos prepara para poder vivir una experiencia placentera. Pero sucede que, en ocasiones, no se puede sentir aunque se busque; el deseo se resiste a aparecer, ya que el impulso de desear no sólo depende de la voluntad. Se hacen presentes factores inhibidores y estimulantes, y según el predominio de unos u otros en diferentes situaciones, el deseo se materializará o no. Por ejemplo, el amor es un gran estimulante para que se haga presente, mientras que el miedo es un fuerte inhibidor que lo anula o desecha.
Deseo no es excitación
No hay que confundir deseo sexual con excitación sexual. La excitación es una respuesta fisiológica que implica manifestaciones físicas como la erección o la lubricación. El deseo es el impulso que lleva a buscar el placer. Es cierto que, en condiciones normales, deseo y excitación actúan de forma conjunta. Sin embargo, en ocasiones puede darse una alta intensidad del deseo y, pese a ello, producirse bloqueos en la excitación sexual. O a la inversa.
La ausencia de deseo, sencillamente, se resume en la falta de querer o en no poder disfrutar de un placer. ¿Cómo es posible que esto suceda? Pues sucede, y muy a menudo, a tenor de los datos clínicos de las consultas de especialistas, que confirman que es uno de los problemas que más pacientes genera. Es algo muy corriente, pero al mismo tiempo muy particular, pues cada persona desea o inhibe su deseo por causas diferentes.
¿Qué factores influyen en la inhibición del deseo sexual?
La baja autoestima y el sentimiento de culpa son los dos grandes inhibidores y bloqueadores del deseo sexual, pero en ellos subyacen otras causas que conviene revisar:
Los miedos: a no dar la talla, a fallar, al ridículo y a exponerse al rechazo; a mostrar y ofertar el cuerpo; a la posibilidad de embarazo o de exponernos a enfermedades de transmisión sexual.
Las ansiedades: la principal es la de llegar al orgasmo, como si el goce se tratara sólo de ello.
La falta de tiempo y el estrés: las tensiones y las prisas son el polo opuesto de la tranquilidad y el relajo, condiciones necesarias para disfrutar de un placer.
Los enfados y conflictos: inmersos en ellos nos bloqueamos y cerramos, lo contrario a lo que precisamos, puesto que el deseo requiere de una actitud abierta a relacionarnos.
Los tabúes y prejuicios: la prohibición y la suciedad con la que se ha revestido a los órganos sexuales. La particular interpretación respecto a conceptos como la honra, la integridad y la decencia alejan el placer del juego erótico.
La falta de comunicación: no hablar abiertamente de lo que nos gusta, no compartir intimidad, no hacer partícipe a la otra persona de nuestra vulnerabilidad es una manera de se inhiba o se bloquee el deseo.
La falta de ilusión y pasión por la vida: una actitud negativa, pesimista, derrotista, apática y rutinaria, que no afronta los riesgos de un cambio, no sirve para gozar.
La ignorancia: tanto teórica como práctica del cuerpo sexuado impide la experimentación, base de todo conocimiento del placer y de mantener debidamente erotizado el cuerpo.
Algunos medicamentos: determinados ansiolíticos, antidepresivos o fármacos para tratamientos de hipertensión arterial y otros, pueden incidir, aunque no se conocen del todo sus efectos secundarios, por la falta de contrastadas experimentaciones.
¿La falta de deseo tiene cura?
El deseo sexual como experiencia subjetiva puede ser educado y potenciado, de ahí que su inhibición pueda ser tratada, trabajada y superada. Tanto el hombre como la mujer están preparados por la naturaleza para desear y buscar el placer. Hacerlo de manera satisfactoria, desde el respeto a uno mismo y a los demás, con honestidad a las propias creencias y a las ajenas es una facultad del ser humano que vive en libertad.
¿Afecta la inhibición del deseo sexual de igual manera al hombre y a la mujer?
Los estudios realizados hasta el momento indican que el bloqueo sexual es más habitual en la mujer que en el hombre. Valores y educación distintos, junto con expectativas diferentes de lo que se espera de la persona en función de su género, condicionan y llevan a la mujer a mezclar el amor romántico con el placer, a mantener un papel pasivo en las relaciones y a ser ella objeto de deseo pero no desear.
Una vez asumida la realidad de este desequilibrio, numerosos estudios acuerdan pautas necesarias para mejorar la vida sexual de la mujer, muchas veces recelosa de admitir el problema o incluso desmotivada para demandar un cambio.
En el hombre también se observan dificultades de deseo sexual, pero en general son más transitorios y relacionados con momento vitales que favorezcan la aparición de alguno de los factores a los que anteriormente hacíamos alusión. Los que encontramos con mayor frecuencia serían los que tienen que ver con el estrés, el cansancio, la enfermedad, el enfado, la ansiedad y en especial el miedo a fallar o a no dar la talla.
Para lograr terminar con la inhibición del deseo sexual hay que procurarse a uno mismo y a una misma:
Un buen conocimiento personal, tanto a nivel corporal como cognitivo-emocional.
Una actitud positiva, saludable y abierta sobre la sexualidad y el placer.
Un buen entrenamiento corporal que mantenga el erotismo a través de la caricia.
Cuidar la salud, la dieta, en definitiva el cuerpo es un buen síntoma de que la persona se quiere, y quiere gozar.
Una apuesta por la ilusión, la pasión y la fantasía.
La terapia sexual en el tratamiento de la disfunción sexual.
La terapia sexual es un tipo de psicoterapia para el tratamiento de la disfunción sexual. Con la terapia sexual, se pueden atender problemas relacionados con la función sexual, sentimientos sexuales y de intimidad — ya sea en terapia individual o en pareja. Muchas parejas tienen o han tenido en el curso de su vida de pareja una dificultad de orden sexual. Si usted está sufriendo alguna dificultad en su relación y le gustaría retomar su vida sexual y vivir su sexualidad satisfactoriamente, nosotros podemos ayudarle.
Importancia de la terapia sexual o sexología clínica
La sexualidad es un elemento importante en la vida de una pareja. Debido a las dificultades usuales de la vida en pareja, un gran porcentaje de las parejas atraviesan periodos en los que no logran encontrar el tiempo o la energía para una vida sexual regular y plena. Las estadísticas muestran que más de un 50% de las parejas tienen o han tenido en el curso de su vida en pareja una dificultad de orden sexual. En las mujeres, es común sobre todo la dificultad de lograr un orgasmo y el vaginismo. En los hombres, aparecen principalmente las dificultades de eyaculación y de erección. En ambos, es frecuente una disminución o pérdida de apetito sexual. Si se ha presentado alguna dificultad en su relación y le gustaría retomar una vida sexual satisfactoria, nosotros podemos ayudarle.
¿Qué es la terapia sexual?
La terapia sexual (o sexología clínica) es un tipo de psicoterapia para el tratamiento de la disfunción sexual. Con la terapia sexual, se pueden atender problemas relacionados con la función sexual, sentimientos sexuales y de intimidad — ya sea en terapia individual o en pareja.
Las disfunciones sexuales que pueden ser atendidas por un sexólogo con terapia sexual incluyen eyaculación precoz, disfunción eréctil, libido disminuida, adicción sexual, falta de confianza sexual.
También puede asistir a personas que se recuperan de un asalto sexual, problemas relacionados con el estrés, cansancio y otros factores del ambiente y de las relaciones. La terapia sexual puede ser efectiva para adultos de cualquier edad, sexo y orientación sexual. Los terapeutas sexuales o sexólogos ayudan a las personas que experimentan problema en superar estos problemas, favoreciendo la posibilidad de retomar una vida sexual activa.
Causas de las dificultades sexuales
Las dificultades sexuales generalmente son un resultado de experiencias traumáticas o sentimientos negativos que impiden a la persona ser capaz de vivir una vida sexual íntima satisfactoria. Además, la información que recibimos, por parte de la educación de los padres, en la escuela, los medios, la religión, muchas veces juega un papel importante en la medida que adquiere la forma de prejuicios o ideas inadecuadas e interfiere en el desarrollo sano la vida sexual.
Los problemas sexuales pueden ser resultado también de otros problemas mentales, como la depresión, la ansiedad e incluso el estrés, y puede ser derivado de condiciones físicas, como problemas urinarios, desequilibrio hormonal que resultan de la manopausia o alumbramiento.
¿Cuando acudir a terapia sexual?
Los problemas sexuales no son inusuales. Se estima que alrededor de 30% y 45% de los adultos sufren de alguna dificultad de orden sexual, dependiente del género y la edad. Si usted sufre de alguna de las dificultades sexuales anteriores, le sugerimos consultar a un especialista que le ayudará no solo a deshacerse de creencias, actitudes o conductas perjudiciales para su sexualidad, sino sobretodo a aprender los conocimientos, actitudes y conductas útiles y favorables al desarrollo sexual y el de su pareja.
Objetivos de la terapia sexual
El sexólogo o terapeuta sexual buscará mediante la terapia ayudarle a resolver muchas dificultades sexuales, desde la preocupación sobre el funcionamiento sexual a las maneras y dinámicas para relacionarte con su pareja. A través de la terapia sexual, podrá aprender a expresar sus preocupaciones claramente, entender mejor sus propias necesidades sexuales y comprender también las necesidades de su pareja sexual. El objetivo de la sexología clínica es dar lugar a la capacidad en las personas de vivir de manera satisfactoria su sexualidad en compañía de su pareja.
Cómo se trabaja en terapia sexual
Hablar de la intimidad y la vida sexual no es fácil y puede resultar incómodo. Recuerde que los sexólogos o psicólogos clínicos certificados tienen experiencia en generar un espacio de tranquilidad y confianza, y tienen capacidad para identificar y explorar las inquietudes de orden sexual. En la primera sesión, el sexólogo le pedirá que describa sus preocupaciones sexuales. Los asuntos sexuales pueden ser complejos, el terapeuta insistirá en obtener información para tener una idea clara de los factores involucrados en la problemática. Una vez que se adquiera comprensión de la situación, se discutirán las maneras de resolver las dificultades de modo que pueda mejorarse la comunicación y la vida íntima y sexual.
El terapeuta sexual suele trabajar mediante ejercicios en casa, que pueden ser individuales y, en caso de tener vida sexual activa, en conjunto con la pareja. Las tareas que se asignan pueden ser :
❖ ejercicios de comunicación con tu pareja
❖ pausar y llevar más lento el acto sexual, para poder observar lo que se está sintiendo
❖ cambiar ciertas dinámicas con las que se interactúa la pareja durante el acto sexual
❖ leer o ver videos educacionales acerca de técnicas sexuales
Motivos frecuentes de consulta de terapia sexual:
❖ Ansiedad respecto al sexo
❖ Impotencia
❖ Eyaculación precoz
❖ Disminución o pérdida de deseo sexual (libido)
❖ Ansiedad o incertidumbre acerca de la orientación sexual
❖ Abuso sexual
❖ Vaginismo
❖ Autoestima respecto a la imagen del cuerpo
❖ Impulsos o compulsiones sexuales
❖ Adicción al sexo
❖ Promiscuidad
¿Qué otros trastornos sexuales pueden tratar los sexólogos?
• Deseo sexual hipoactivo (asexualidad)
• Trastorno de aversión sexual (elusión o falta de deseo de intercambio sexual)
• Trastorno de excitación sexual femenina (fallo de la normal respuesta de excitación sexual: lubricación)
• Disfunción eréctil masculina
• Trastorno del orgasmo femenino (anorgasmia)
• Trastorno del orgasmo masculino (anorgasmia)
• Dispareunia
• Parafilias
• Trastorno de identidad de género
• Trastorno de estrés postraumático debido a mutilación genital o abusos infantiles
• Insatisfacción sexual (no específica)
• Deseo sexual inhibido o frigidez
• Anorgasmia
• Enfermedades de transmisión sexual
• Infidelidad
• Retardo o ausencia de eyaculación tras un estimulación adecuada
• Incapacidad para controlar el momento de la eyaculación
• Incapacidad para relajar los músculos de la pared vaginal lo suficiente para permitir el coito
• Lubricación vaginal inadecuada antes y durante el coito sexual
• Dolor en la vulva o la vagina durante el contacto sexual
• Infelicidad o confusión respecto a la orientación sexual
• Las personas transexuales o transgénero pueden tener problemas sexuales (antes o después de la cirugía), aunque la condición transexual o transgénero no sea un problema sexual en sí mismo.
• Síndrome de excitación sexual persistente
• Hipersexualidad
• Ablación de clítoris
• Circuncisión
La terapia sexual es realizada por psicólogos o psicoterapeutas que tienen entrenamiento especial en asuntos relacionados con la sexualidad y las relaciones. Esta credencial permite llamarles sexólogos. Los sexólogos y sexólogas certificados no tienen relaciones sexuales con sus pacientes, ni se relacionan mediante ningún contacto físico.
La terapia sexual es usualmente terapia breve, con un número limitado a 12 o 15 sesiones. El plan de tratamiento depende de las inquietudes y los motivos de consulta del paciente.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de sus datos para estos propósitos.
Más información